Ya son dos meses en los que el Sevilla no consigue la victoria y se mantiene con la cabeza agachada ante cada equipo que se cruza. La seguridad en los jugadores no ayuda a la hora de mantener los resultados, y ante el PSV se vio. Un equipo que no es capaz de mantener el resultado y comenzó a perder fuerza hasta que se vieron superados. Salvo el pase de ronda en la Copa del Rey ante un Preferente manchego, los de Diego Alonso no han sabido encontrar la tecla.
En liga, tan solo han sumado dos victorias que ya quedan muy lejanas. Los numerosos empates han servido nada más que para coger aire y no ahogarse a las primeras de cambio, situándose a cuatro puntos del descenso marcado por el Celta en ocho puntos. Porque aunque al conjunto hispalense tenga un partido menos que el resto, no ayuda que sea en el Cívitas ante un Atlético imbatido en casa. La afición ya empieza a desesperarse ante la no respuesta en los resultados.
Paralelo a LaLiga, en la UEFA Champions League, los sevillistas ya no tienen opción de clasificar a los octavos de final. Con dos puntos, deberán vencer ante el Lens en Francia, ya que es la única opción que tienen los de Nervión de continuar en Europa. Empatarían a cinco puntos ante el Lens, ganando ese gol average tras el empate a uno de la ida. El Sevilla puede optar a su recurso favorito, a la Europa League, pero esta vez, las cosas están algo trastocadas, y solo un cambio de rumbo puede lavar la cara de la afición.
Los próximos partidos del Sevilla no son los más acordes a la situación. Primero tienen al Villarreal en el Pizjuán. Después, cambiando de competición, el Atlético Astorga espera en Copa del Rey antes de volver a la dinámica liga en Son Moix. El duelo europeo de todo o nada en Francia, y acabar el año recibiendo al Getafe y viajando a Granada y a Madrid para disputar el partido aplazado ante el Atleti previo a Navidad.