Hugo Mallo, exjugador del Celta de Vigo y actual futbolista del Inter de Porto Alegre brasileño, ha sido acusado por presunto abuso sexual. Según el diario As, el que fuese capitán del Celta está siendo investigado por un presunto delito de abuso sexual contra la mascota del Espanyol. Esto ocurriría el 24 de abril de 2019 en el Estadio de Cornellà-El Prat, tan solo unos minutos antes de que comenzase el Espanyol-Celta en la temporada 2018/19.
El próximo 11 de julio, el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona celebrará el juicio contra Hugo Mallo, el cual debió ejecutarse el pasado 25 de mayo de 2023. La actuación del futbolista no se juzga como agresión sexual sino como abuso sexual, ya que se aplica el Código Penal vigente en ese momento. Tanto la acusación particular como la Fiscalía piden para el deportista una multa de 24 meses.
La batalla legal
Este caso que acaba de salir a la luz no es más que el resultado de años de batalla legal por parte de la denunciante. La denuncia fue primero admitida a trámite en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Cornellà de Llobregat. La mascota del conjunto perico declaró el 27 de junio de 2019, mientras que el jugador lo haría pocos días después. En su momento, la defensa de Hugo Mallo pidió la archivación del caso al entender qué los hechos no habían sucedido. Esta petición fue desestimada. El juez, en un primer momento, tomo la decisión de sobreseer el caso al entender que no quedaba clara la culpabilidad del exfutbolista del Celta de Vigo.
«Cuando Hugo Mallo llegó a la altura de las mascotas, al periquito le dio mano como se hace habitualmente». «Introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos. Según la declarante, le cogió los pechos con las manos y comenzó a hacer movimientos». Estas son las acusaciones que se recogen en la denuncia por parte de la mujer que ha preferido mantener el anonimato. Además, se presentaron las imágenes en vídeo como prueba aportadas por Mediapro y LaLiga.
El pasado 31 de mayo de 2021, la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Barcelona entendía que los hechos podían ser constitutivos de delito de abuso sexual. Según la jueza, el saludo entre Hugo Mallo y la mascota duran más que el resto, mientras que esta le aparta la mano de encima.
