Con la competición regular concluida, el FC Barcelona pone ya el punto de mira en el reinicio de la competición europea el próximo mes de agosto. A pesar de la decepción que ha supuesto para el conjunto azulgrana no haber podido conseguir un nuevo título liguero, el vestuario se encuentra motivado de cara a la Champions y confía en dar una alegría a la afición para cerrar por lo alto una de las peores campañas que se recuerdan en Can Barça.
Aún restan algo más de dos semanas para que el conjunto culé reciba al Nápoles en el Camp Nou en el partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final, encuentro al que ambos equipos llegan con las opciones intactas tras el 1-1 de la ida. Mientras tanto, Quique Setién deberá aclararse así mismo las dudas acerca de qué decisión tomar respecto a los jugadores que deben ser de la partida para entonces.
El cántabro ha entendido a lo largo de la temporada que hay piezas que son inamovibles en su esquema de juego, así, Sergio Busquets es el jugador que menos ha descansado en el centro del campo, acumulando un total de 2.491 minutos. Por detrás del catalán se encuentra De Jong con 2.121, y algo más abajo, Arturo Vidal y Rakitic. En ataque, Messi es el que más repite con 2.880 minutos, seguido de Griezmann, Braithwaite y Luis Suárez.
Las apuestas del técnico han sido claras, pero la irrupción en forma de buen juego y aportaciones de Riqui Puig y Ansu Fati en la recta final de la competición, abren un debate que supone todo un quebradero de cabeza para Setién: ¿deben ser titulares los canteranos en la Champions?
El de Santander desembarcó en el FC Barcelona con la intención de dar un vuelco a la imagen de un equipo hundido que, con Valverde en el banquillo, ni mostraba síntomas de buen juego ni obtenía resultados positivos que pudieran calmar las aguas. Setién prometió a su llegada buen juego pero, después de medio año en el club, la realidad es bien distinta. El técnico no acertó en decisiones puntuales y tampoco ha contado con el respaldo de la plantilla.
Con la Champions llega una nueva oportunidad de resarcirse y volver a la Ciudad Condal con una Copa que no se consigue desde hace cinco temporadas, lo que haría olvidar a todos su más que debatible temporada al frente del equipo. Si el conjunto barcelonista quiere tener opciones de hacerse con el título, el juego y la intención sobre el verde debe ser totalmente opuesto a lo visto hasta el día de hoy. La última jornada de Liga ante el Alavés supuso un encuentro para la esperanza con una espectacular actuación de Riqui Puig y Ansu Fati. El dinamismo que precisa el equipo puede ser aportado por estos últimos.
El centrocampista completó en Mendizorroza un brillante partido con dos asistencias y demostró una vez más su desparpajo y verticalidad con tan solo veinte años. Ansu Fati, por su parte, contribuyó a la goleada del equipo con un nuevo tanto con el que ya suma un total de ocho esta temporada. Tiene descaro, habilidad y se asocia a la perfección con Messi. Solo su presencia sobre el campo hace temer a los rivales. Sus estadísticas y rendimiento asombran a sus diecisiete años.
Riqui y Ansu han aportado soluciones a Setién cada vez que el técnico ha decidido apostar por ellos como revulsivo en partidos en los que el equipo se encontraba bloqueado, incluso siendo titulares. Su presencia en Champions puede resultar clave, para un equipo que carece de frescura y alternativas. En una temporada compleja, en la que llegaron al primer equipo como futuras promesas, su comportamiento y actuaciones les ha llevado a convertirse en presente del club.