Oficializada desde ambos clubes, la cesión del futbolista bético Inui al Deportivo Alavés entraña todavía algunas incógnitas. En préstamo, pero sin opción de compra, el Betis aparentemente no sacaría gran tajada de la operación, más allá de la importancia de la liberación de una plaza de extracomunitario que facilitaría la llegada de alguna incorporación invernal.
Crónica de una marcha anunciada, la salida del japonés no sorprende a nadie. Habiendo llegado libre, y tras completar un campeonato mundial brillante con la selección nipona, Takashi no pareció llegar nunca a recuperarse del todo. Aun así, Quique Setién siempre confió en las aptitudes del futbolista sobre la cancha y le ofreció algunas oportunidades que este no supo aprovechar.
Muy lejos del rendimiento esperado, el club ha decidido liberar su ficha con el objetivo de facilitar incorporaciones de otro perfil. Ha disputado 744 minutos en los que, además de actuaciones muy pobres, solo ha logrado aportar una asistencia y aquel penalti provocado en la ida de Copa del Rey frente al Racing.
La operación se trata de una simple cesión sin opción de compra, contraria a la voluntad en un principio del director deportivo verdiblanco. Serra Ferrer confiaba en sacar beneficio, bien en opción de compra para verano o en traspaso en este mismo mercado, para poder afrontar con mayor margen las negociaciones. Sin embargo, según ha podido hacerse eco InformaBetis, Quique Setién, quien ya ha avalado en multitud de ocasiones las condiciones del japonés, habría comunicado a las oficinas de su intención de conservar al extremo, dándole la posibilidad de afrontar una pretemporada completa que le permita al técnico discernir de la validez del nipón en su sistema.
Takashi Inui aún sería, a los ojos del cántabro, una pieza a tener en cuenta para la próxima campaña, y la cesión, además de facilitar otras transacciones, sería de utilidad pues mantendría al japonés en activo y evitaría que se desvalorizara en exceso.