Opinión | La solución no se llama Carles, ni Riqui, se llama Rodri Sánchez

Rodrigo Sánchez, Rodri, ha renovado con el Real Betis Balompié, tras su buena actuación frente al Athletic. Lo cierto es que el joven futbolista ha irrumpido con fuerza en el primer equipo, siguiendo la línea de otros nombres como Edgar, Loren, Fabián o Ceballos en los últimos años.

Tal y como Edgar fue una temporal solución para el problema del pivote, hasta la llegada de Guido, Rodri debe ser la gran opción para sustituir a Canales mientras dure su lesión. Cada vez que se le da confianza y continuidad a un canterano verdiblanco, este responde de forma notable. Precisamente ante el Athletic, Rodri recogió mucho peso en el juego del cuadro bético, ayudado en gran medida por Joaquín.

Por eso, no sería lógico invertir en la llegada de un centrocampista, tal y como se venía rumoreando la semana anterior. El dinero que posea el club heliopolitano, sea el que sea, debería ser invertido en reforzar la zaga defensiva.

No obstante, hay que ser realista y recoger el peso de Canales es todo un reto. Partidos como el visto en San Mamés no benefician al juego de mediapuntas como Rodri. Si bien Joaquín se mostró atento a los movimientos del extremeño, Pellegrini podría potenciar sus habilidades blindando de la siguiente forma al ‘28’ bético.

En primer lugar, unido a la previsible modificación del sistema del chileno, el doble pivote paralelo, plano y tosco probablemente sea idóneo cambiarlo. Rodri debe tener libertad para mediapuntear, siendo un 1-4-3-3 (o 1-4-1-4-1 dependiendo de cómo se vea) el dibujo que más beneficiaría las cualidades del joven verdiblanco, siempre y cuando el triangulo de la medular no sea simétrico. En otras palabras, esto quiere decir que los interiores deben tener alturas distintas, y evitar líneas paralelas en el medio del campo.

Esta propuesta podría asimilarse a la vista la temporada pasada en la Real Sociedad, con Odegaard “mediapunteando”, Merino como interior de perfil mixto (box-to-box, que ataque y defienda) y un pivote posicional por detrás (Zubeldia, Illarramendi o Guevara).

Trasladado al Real Betis, los tres centrocampistas quedarían de la siguiente manera. Guido Rodríguez como pivote, Guardado unos metros por delante del argentino (ya que William rinde de forma intermitente) y Rodri con libertad de movimiento por ¾ del campo.

Por otro lado, en esta posibilidad habría que considerar si puede ser factible una vez se reincorpore Nabil Fekir, quien se antoja como baja en el próximo partido, pero al que se le espera volviendo frente al CA Osasuna. Todo dependerá del rol que ocupe el ‘8’. Juntar a Fekir y Rodrigo como interiores probablemente desencadenaría en una excesiva responsabilidad defensiva a Guido y en un exceso de responsabilidad en la distribución y salida del juego para el canterano. Así pues, para salir adelante con el trinomio Guido-Guardado-Rodri, Fekir debería actuar como banda, lo cual desplazaría a uno de los tres atacantes al banquillo.

En definitiva, la renovación es una muestra de fidelidad al talayuelano, pero esa confianza debe quedar demostrada en el mercado invernal. Por lo tanto, sería en gran medida incomprensible que la entidad de La Palmera invirtiera en un mediocampista, ya sea en forma de fichaje o cesión, y más viendo el ya comentado déficit defensivo que lastra el cuadro verdiblanco.

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