Sevilla y Betis se vieron las caras en el Ramón Sánchez Pizjuán en uno de los derbis más emocionantes y con mayor trascendencia del fútbol mundial.
El derbi sevillano de este domingo comenzó tímidamente por parte de ambos equipos, pero todas las miradas iban hacia Mateu Lahoz.
Tan solo transcurrieron 10 minutos de partido, cuando Sergio Canales cayó ante Bono y el colegiado muy decidido dijo que ahí no pasó nada. A raíz de esta jugada, aumentó el nerviosismo en béticos y sevillistas.
Un Borja Iglesias enchufado y con hambre de gol avisó al Sevilla con un potente disparo lejano, pero Bono rechazó el golpeo dejando un rechace que buscó Canales, que caería posteriormente dentro del área al disputar el balón con el guardameta.
Mateu Lahoz tuvo claro desde el primer momento que en ese duelo no pasó nada y su decisión fue respaldada por el VAR a pesar de las protestas béticas.