Opinión| Ahuyentar el oscuro pasado, para centrarse en el tan importante presente

Pasada la jornada del derbi para el Real Betis Balompié, el club heliopolitano encara la jornada vigesimoctava de LaLiga con la esperanza de levantarse del golpe y retomar el buen ritmo que anteriormente tuvo. La continua racha negativa de resultados en los encuentros con el máximo rival ha vuelto a despertar algunos fantasmas del pasado.

Independientemente del estado que los hombres de Pellegrini venían demostrando en partidos anteriores, existen unas estadísticas desfavorables en lo referido a partidos disputados con los vecinos de Nervión, acontecimiento de mal agrado en la parroquia bética. Y como el fútbol es presente, el técnico chileno declaró en la rueda de prensa del jueves previa al choque de hoy, que el equipo saldría al terreno de juego con la misma mentalidad y espíritu de todos los partidos. Para bien de los béticos, se suman más efectivos para la causa, dado que Marc Bartra volvió a la convocatoria tras tres duros meses de recuperación por problemas musculares que venía acarreando desde hace bastante tiempo atrás. Para mal, pierden a Tello (se cae de la lista por el reciente fallecimiento de su padre). Dura batalla a las 21:00 a la que se enfrenta el Real Betis Balompié, ante todo un UD Levante con varias bajas en la medular, la última Rochina, pero que llega al Benito Villamarín al alza y con el mismo objetivo de conseguir plaza europea para la próxima campaña.

Sin dejar de pensar en lo sucedido el pasado domingo, los verdiblancos, se enfrentan al último tramo de la competición doméstica y la rabia por la derrota debe de transformarla en tres valores que son tan aplicables al fútbol como a la vida misma. Compromiso, unión y regularidad. Algunos de ellos, en este tan positivo 2021 en cuanto a victorias se refiere, los ha demostrado que los tiene. Sin embargo, en este bendito deporte todo puede pasar y faltando aún once jornadas por jugarse, desde el club del «final de La Palmera´´ deben de olvidar los ya mencionados fantasmas del pasado. Estos fantasmas pueden ser aquellos que se resignan con un posible penalti cometido por Bono, esos que dudan de la continuidad en cuanto a participación o brillantez de ejes centrales de la plantilla bética como Joaquín, Canales o el mismo Fekir, u otros que necesitan de cualquier acontecimiento negativo del club para infundir cualquier tipo de comentario sin criterio ni información. Uno de los valores mencionados anteriormente era la unión, y no harían mal desde la hinchada bética en remar todos en una misma dirección para que en lo deportivo, el club esté a la altura que sus incondicionales se merecen.

Hablaba un servidor en las primeras líneas acerca de la esperanza que los béticos tienen para el retorno a la hoja de ruta correcta. Según la RAE, la esperanza es el estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea. Curioso que las primeras palabras de la definición sean esas. Qué al bético le hablen de estado de ánimos resulta anecdótico. Un equipo que lleva por bandera su lema « manque pierda´´. Esa idiosincrasia del equipo hispalense ha llevado consigo en sus más de 113 años de historia, el grito de todo aquel que siente al club como si de un familiar se tratarse. Y puede malinterpretarse. Hay voces que lo califican de conformismo, de baja ambición o de vulgaridad pero, ¿cómo puede ser vulgar una expresión humana, enternecedora y amorosa la cual es, el decirle a alguien que tras dar el máximo de sus posibilidades por un objetivo y no alcanzarlo, le vas a querer de la misma manera que si lo hubiera conseguido?

No cabe duda de que, si el equipo de las 13 barras consigue mantener el rendimiento demostrado hoy en día, las alegrías llegarán más pronto que tarde. Como dice su himno: «Ahora, Betis, ahora, no dejes de atacar. Ahora Betis ahora, porque el gol ya va a llegar´´.

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