El filial verdiblanco no ha arrancado de la mejor manera posible la segunda fase del PlayOff de ascenso a LaLiga SmartBank. Cayó derrotado en la mañana del pasado domingo por 1-0 ante un Algeciras que con muy poquito, logró quedarse con los tres puntos.
Fue un partido muy igualado, con muy poco ritmo. Cambió radicalmente en el momento en el que el equipo gaditano se adelantó en el marcador. Corría el minuto 53 en el marcador cuando el árbitro del encuentro pitó una discutida pena máxima a favor de los locales. Fue Canillas quien se dispuso a lanzarlo, anotarlo y adelantar al equipo de Salva Ballesta. Todo parecía en orden hasta que se vio como claramente, un jugador del Algeciras invade el área por completo y colocándose casi a la altura de los 11 metros. Según dice el reglamento, el penalti debería de haberse repetido y por lo tanto Dani Rebollo hubiese tenido una nueva oportunidad de haber atajado la pena máxima y mantener la igualdad en el marcador.
Viendo lo complicado que es esta fase de ascenso, cada mínimo detalle cuenta y el Betis se ha visto perjudicado por la actuación arbitral. Muchos son los detractores del VAR, pero no cabe duda que en situaciones así, una herramienta que permite rearbitrar jugadas es indispensable y hubiese ayudado al árbitro.
Resultado adverso para el conjunto de Manuel Ruano que tendrá que seguir remando si quiere estar en la última fase de ascenso a Segunda División A.