En septiembre del año pasado, Real Betis y Real Oviedo llegaban a un acuerdo de cesión para el canterano verdiblanco, Edgar. El centrocampista ha contado desde el principio con la confianza del cuerpo técnico de este club, dirigido por José Ángel Ziganda, que poco a poco se fue convirtiendo en un habitual en las alineaciones. El joven jugador, finalmente, ha contado con minutos en 37 de las 42 jornadas del campeonato regular. El club carbayón ha terminado en la decimotercera posición, temporada en la que Edgar ha podido aportar tres tantos.
«Creo que el balance es muy positivo porque él venía a jugar, a rodarse, a demostrar que puede con la categoría, que yo creo que lo ha hecho. Ha sido muy importante en el eslabón del equipo, en una de las piezas claves en la columna vertebral del equipo. Es un jugador incluso con capacidad de mejora, tanto a nivel físico como grupal, en el equipo en el que se encuentre en la próxima temporada. Creo que ha sido una cesión muy positiva para él y para el Oviedo», ha señalado el entrenador.
Ziganda destaca que el jugador ha podido ganar «en confianza, un año más de rodaje, de experiencia, de competición dura, porque los partidos de Segunda división ya sabemos cómo son, muy igualados. Y él ha jugado prácticamente todo». También destaca «la regularidad que ha tenido durante todo el año. El físico que él tiene, digo a nivel aeróbico, con un gran recorrido porque se exige mucho. En ese sentido ha evolucionado para bien. Luego, en cuanto a juego, hemos tenido momentos durante la temporada con vaivenes, unos en los que hemos estado más finos y otros peores. Y él ha sido capaz de adaptarse. A jugar en una función más defensiva, en un doble pivote con una función más de llegada al área. Ha hecho algún gol, ha tenido sus ocasiones en incorporación, aunque yo lo considero más un ‘seis’ que un ‘ocho’. Y luego también es un jugador que cuando inicia el juego desde atrás, si lo ve de cara, incluso tiene más capacidad de la que ha demostrado en el Oviedo, pero eso viene ya un poco más por el estilo de juego que hemos podido tener este año».
También se ha atrevido a indicar en la posición que mayor rendimiento puede dar: «para mí es más ‘seis’ que ‘ocho’, lo que pasa es que dentro de lo que es un ‘seis’ tiene la capacidad física para llegar al área y luego recuperar la posición. Puede ser más un jugador de incorporación que de asociación en una posición de ‘ocho’. Ahí te tienes que girar de espaldas, recibir con contrarios muy cercanos, no es la posición que más le favorece. En la de ‘seis’ es capaz de sacar el juego desde atrás con tres centrales, haciendo de tercer central, y luego puede llegar y sorprender».
Ziganda ha valorado algunas de las características del centrocampista: «con la envergadura que tiene, lo alto que es, cuando ve el juego de cara le facilita, tiene un desplazamiento aceptable y es capaz de tener un buen juego interior. Si hay gente que se le ofrece y quiere el balón, él es capaz de asociarse y darle continuidad al juego. Luego, dentro de lo que es su envergadura, es capaz de hacer un buen control, orientarse, que también ha trabajado eso, y facilitar el desarrollo del juego al equipo. Creo que a medida que iba pasando el tiempo ha cogido más confianza. Quiere trabajar, mejorar, es inteligente y se le nota en el día a día que cuanta más exigencia tenga va a poder dar y mejorar». No se tapa tampoco en aspectos a mejorar que tiene el jóven jugador: «hemos hablado con él de muchas cosas. Creo que puede mejorar el físico, el contacto digamos. Tiene un margen porque aunque es muy grande y gana muchísimo puede ser más poderoso».
El de Sallent debutó con el primer equipo del Real Betis en un partido de Copa del Rey en la temporada 2018/19 ante el Racing de Santander, y en la temporada siguiente participó en 13 ocasiones en la máximo competición española. Además, en julio de 2020, Edgar estuvo en los partidos que decidieron el ascenso del filial a Segunda División B.