OPINIÓN| Al final Antonio Cordón sí que nos ha divertido

Antonio Cordón llegó al Real Betis Balompié como una herramienta para reflotar un club que navegaba a la deriva. La sombra de Serra Ferrer era larga y Catalán dejó muy malas sensaciones tras un catastrófico mercado de fichajes en el que sus millones hicieron que el equipo no pasase del decimoquinto puesto.

Ya consagrado como un grandísimo director deportivo, Cordón recaló en Heliópolis con una misión: devolver al Betis a Europa. Pero con una dificultad, la situación económica del club. El fatídico mercado de la temporada 2019/2020 y la pandemia provocada por el coronavirus dejaron las arcas del Betis muy pobres, cosa que el extremeño sabía.

Su primera decisión fue simple, mantener a las piezas clave del equipo y apostar todo al entrenador. De esta manera, confió en su grupo de jugadores, apostó por Manuel Pellegrini y trajo, del mercado de jugadores libres y cedidos, a Claudio Bravo, Miranda, Montoya y Víctor Ruiz. Con todo esto, y sin dejar de lado a la cantera, el Real Betis terminó clasificándose de nuevo para la UEFA Europa League.

Con el dinero que esto supone y teniendo que jugar tres competiciones, se esperaba que Cordón hiciese maravillas para mejorar la plantilla. Lo que nadie se esperaba, era que la situación económica del club fuese tan ajustada, que aún habiendo conseguido el sexto puesto, la cartera siguiese estando apurada. Si a esto le sumas la negativa de los descartes por abandonar el equipo, queda que el director deportivo vuelve a estar atado de manos y pies.

De cualquier manera, para empezar Antonio Cordón se hace definitivamente con Juan Miranda. Un fichaje de diez se mire por donde se mire. Posteriormente, trae libre a Rui Silva, portero joven, con mucha proyección y que salió convertido en un ídolo de la afición del Granada. Y para suplir la baja de Emerson, contrata a Youssouf Sabaly, jugador del gusto de Pellegrini que puede aportar mucho. A partir de aquí, la ajustada economía del club y la dificultad para colocar descartes deja el mercado del Betis paralizado.

Esto se alarga y las alarmas empiezan a sonar en la afición verdiblanca. La primera jornada de liga se va acercando y para colmo, Sabaly cae en una lesión de larga duración. Se consigue dar salida a Dani Martín, sale Loren, vuelve Pezzella, el equipo empieza la competición de forma torcida y llega la fatídica frase: «nos vamos a divertir mucho en este final de mercado».

Ante la tardanza de los nuevos fichajes, comienzan las críticas, el propio entrenador pide soluciones y cada vez la gente es más impaciente. Cosa totalmente normal. El problema llega cuando se tiende a juzgar un trabajo del que poco se sabe y que no está acabado. Cordón se las sabe todas y no da palos de ciego. No es de esos que filtra todo tipo de información o que suele dar muchas pistas en rueda de prensa. Es más, me atrevería a decir que eso de la «plantilla cerrada» fue una maniobra.

Al final, consigue traer un buen delantero, William José, y a un lateral derecho «top», como es Héctor Bellerín. Es decir, habiendo gastado solo tres millones y medio de euros, Antonio Cordón ha fichado a Miranda, Rui Silva, Sabaly, Pezzella, William José y Bellerín. Un trabajo digno de admirar y que nos debería ilusionar, pues este señor es capaz de mucho si le dejan trabajar. Si ha hecho tanto con tan poco, imaginad lo que sería capaz de hacer con más dinero.

¿Sobre las salidas? Poca culpa tiene. Cuando un jugador se cierra en banda ya entras en un tema más personal que profesional. Mientras Sidnei y Loren perdonan dinero y Yassin Fekir acepta volver al filial, Joel Robles decide rechazar cualquier tipo de oferta a pesar de tener la certeza de que no cuenta para el club. El caso de William es totalmente diferente, pero la llegada de Ceballos habría sido la guinda del pastel perfecta.

¿Hay errores? Por supuesto. El mercado no es de diez. Al final, el equipo ha empezado la competición con dos puntos de nueve posibles y la plantilla, para tres competiciones, es un pelín corta. Pero dentro de sus posibilidades y analizando jugador por jugador, el equipo mejora, y mucho.

Con esto llegamos a que la figura de Cordón no hay que infravalorarla. Él sabe lo que hace y tanto sus superiores, como Manuel Pellegrini, que lo conoce muy bien, confían en su profesionalidad. Por lo que nosotros también debemos hacerlo aunque a veces las cosas no pinten como queremos. Seguro que Cordón hubiese querido tener todos los fichajes para la jornada uno, pero hay que actuar dentro de unos parámetros que, muchas veces, no podemos controlar.

Ahora solo queda apoyar a los que están. Estos serán los jugadores que nos intenten llevar a lo más alto y seguir soñando con un Real Betis grande, a la altura de sus aficionados. Que los fichajes terminen rindiendo o no, lo determinará la pelota. Pero el trabajo de Antonio Cordón, a día 1 de septiembre de 2021, es de notable.

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