El Real Madrid no vería con buenos ojos una actitud de rebeldía por parte del astro francés ya que puede dificultarlo todo.
El fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid se antoja cuanto menos complicado ya que el PSG se muestra inamovible en su postura de no escuchar ofertas. Es por eso que desde la directiva blanca se buscan todos los caminos y posibilidades que puedan “facilitar” la operación para traer al joven delantero. Desde la entidad madridista se descarta el factor de la rebeldía por parte del jugador, es decir, negarse a entrenar con el equipo, haciendo incluso declaraciones públicas dejando claro su intención de marcharse.
La parte noble del Bernabéu no contempla llegar a esa situación por dos razones: la primera y fundamental porque enfadaría aún más al presidente del Paris Saint Germain Nasser Al-Khelaïfi y al propio jeque dueño del club, dificultando aún más una operación que ya de por sí es compleja; y la segunda porque no lo consideran necesario para conseguir el objetivo de sentarse y llegar a un acuerdo con el club galo. En Chamartín se ha llegado a la conclusión de que lo mejor es no forzar nada y dejar que el traspaso de Kylian caiga por su propio peso.
El Madrid está tranquilo y espera convencido de que el equipo parisino acepte sentarse a negociar ya que entre dejarle salir libre el verano que viene o que salga ahora a cambio de una cantidad de dinero importante, el club blanco piensa el PSG acabará eligiendo la segunda opción.
Mbappé ya se ha movido con el mensaje que transmitió a varias personas que trabajan dentro del PSG de que su intención es la de no renovar su contrato, que acaba en 2022. Ahora falta que el PSG acepte negociar y que el Madrid pueda llegar a un acuerdo con el club francés, que podría rondar los 150 millones de euros. Diversas fuentes aseguran que la fecha clave para saber si se produce o no el fichaje, se encuentra en las últimas dos semanas de agosto que es justo al final del mercado de traspasos.