El Wolverhampton se ha impuesto por 2-1 como local frente al Manchester City. En un encuentro correspondiente a la séptima jornada de la Premier League, donde los «lobos» se impusieron merecidamente con una sobresaliente actuación defensiva.
Primera parte
El partido se inició con un previsible dominio del conjunto de Guardiola, que monopolizó la posesión en los primeros minutos. Fruto de ello, conseguiría generar varias situaciones de peligro atacando en estático, sin resultado. Enfrente, se encontró con unos Wolves predispuestos a agolparse entorno a su área y a renunciar al esférico para calibrar como iba a ser el enfrentamiento.
Tras unos minutos de control absoluto cityzen, los dirigidos por Gary O´Neil comenzaron a enseñar sus cartas arriesgando más en la entrega y adelantando las líneas para hacerse fuertes a través de la redonda. Como consecuencia de ello, Pedro Neto conseguiría abrir la lata en una acción individual notable, iniciada en campo propio, que Ruben Dias enviaría al fondo de la red de forma accidental.
A raíz del 1-0, los «lobos» se envalentonaron y aprovecharían el desconcierto visitante para aumentar alguna marcha más en su juego e intimidar la meta defendida por Ederson. Ello no tendría repercusión en el electrónico, pero consiguió cortocircuitar el ritmo de juego del vigente campeón. Que, pese a llevar la iniciativa, no conseguiría encontrarse nada cómodo en ningún momento ante la gran agresividad del rival en las vigilancias defensivas.
Con el afianzamiento del dominio del Manchester City, las llegadas al área defendida por José Sá volvieron a sucederse. Pero su falta de acierto y la soberbia labor defensiva de los locales en área propia impidieron que el marcador se alterase. El partido transcurrió bajo la misma agitación inicial, mas siguió estando bajo el control del cuadro «aurinegro», ya que tanto con balón como sin él lograban imponer el ritmo que precisaban al juego. Bajo un gran caos, una trepidante primera parte llegaba a su fin.
Segunda parte
Los segundos 45 minutos empezaron con un guión muy similar al primer período: un ritmo de juego elevado impuesto por los locales. Que saldrían con una actitud altiva de encadenar posesiones largas e incluso tantear la meta defendida por Ederson para evitar ser asediados. Esta decisión propiciaría una fase inicial de ida y vuelta donde los visitantes también tuvieron posibilidad de acercarse a la meta contraria, aunque volvieron a evidenciar su falta de frescura en la toma de decisiones.
En medio de la vorágine de llegadas de ambos equipos, Julián Álvarez conseguiría igualar el marcador, con un magistral libre directo desde las inmediaciones del área. El tanto del empate no tendría una gran influencia en el juego, ya que el Wolverhampton seguía mostrándose inaccesible al desaliento manteniendo la misma agresividad para recuperar y transitar. Mientras que los visitantes sufrían para arrinconarles por medio de la posesión.
Hee-Chan Hwang anotó el segundo tanto para los locales. En una acción al contraataque que evidenció que los skyblues estaban carentes de frescura y llegaban un segundo más tarde a las acciones. Este tanto llegó después de una clara ocasión del conjunto de Manchester, que Dawson salvó en la línea de gol. A tenor del 2-1, los Wolves retrocedieron sus líneas y se dispusieron a defender su ventaja con uñas y dientes en área propia renunciando a cualquier situación de contraataque que desestabilizase a la estructura.
En el tramo final, los de Guardiola inclinaron por completo el campo sobre la portería de su oponente. Sin embargo, su protagonismo en el juego no se trasladó en situaciones de peligro. Si no en un dominio más insistente que fue sofocado con maestría.
Tras este choque, los de Gary O’Neil ascienden a la decimotercera posición con siete puntos antes de recibir al Aston Villa en la próxima jornada. Mientras que el Manchester City se mantiene líder con 18 puntos, a expensas de lo que haga el Liverpool frente al Tottenham. Su próximo compromiso tendrá lugar como visitante contra el Leipzig.