En la tercera jornada de la fase de grupos de la Europa League, el Brighton se ha impuesto frente al Ajax por 2-0. En un partido marcado por una clara superioridad del equipo inglés de principio a fin.
Primera parte
El duelo se inició con el conjunto de Roberto de Zerbi presionando alto y queriendo generar situaciones de remate con pocos pases. Mientras que el equipo neerlandés hacía lo posible por salir jugando desde atrás y elaborar sus jugadas con una mayor pausa. Una pretensión que también combinaba con una presión tras pérdida, aunque mucho más tímida y peor elaborada que la de los locales. Los dos equipos buscaban acercarse al área contraria, pero ninguno conseguía concretar sus acciones, con un remate nítido desde una posición peligrosa. Todo quedaba en aproximaciones que, bien es cierto, se producían con más frecuencia sobre el área del arquero Ramaj.
Con el paso de los minutos, el choque se vio inmerso en un tramo de metamorfosis. Donde el ritmo de juego decayó y las ofensivas se redujeron. Pese a ello, el protagonismo en el juego siguió recayendo sobre los seagulls. Que estaban concretando más sus ataques, aunque carecían de la precisión necesaria. Después del breve lapso, los británicos encauzaron nuevamente el partido hacia un monólogo. Una superioridad que tradujeron en un vertiginoso juego de pases, que les permitía habilitar a sus delanteros permanentemente, en situaciones provechosas. Así como una presión que ponía en constantes apuros al arquero y a la pareja de centrales rivales. Como consecuencia del buen hacer del Brighton en el ataque posicional, Joao Pedro abrió la lata. Tras recoger un remate de Mitoma rechazado por el portero, en una notable acción colectiva.
Segunda parte
El segundo periodo comenzó con un Ajax más enérgico, que volvió al verde del Amex Stadium decidido a igualar el envite. A causa de ello, aumentó su velocidad en la circulación y empleó a más efectivos en una fase ofensiva, que siguió acometiendo de la misma forma. Mientras que los dirigidos por Roberto de Zerbi volvieron del vestuario más destemplados, si bien tardaron pocos minutos en recuperar el ritmo de los primeros 45 minutos, insistiendo en su propuesta original. Ansu Fati anotó el segundo tanto para los locales, tras batir al arquero Ramaj, a pase de Adingra.
A tenor del 2-0, la escuadra británica recuperó el control de la situación por completo. Reprimió un par de acercamientos visitantes previos al tanto y se asentó en un bloque medio-alto, con el propósito de recuperar la pelota en la mitad de campo contraria y transitar. En contraste, el combinado continental mantuvo su propuesta, pero se fue desvaneciendo. Asimismo, la frecuencia con la que se sucedían las ocasiones decayó y ambos técnicos aprovecharon la situación para dar minutos a jugadores menos habituales.
En el cuarto de hora final, el encuentro languideció y el cuadro insular apuró sus últimas jugadas de ataque, mientras se gustaba con el balón en su poder. Acometiendo triangulaciones obscenas en salida, que mostraban su palpable superioridad sobre su adversario en la tercera jornada de la Europa League. Pese a ello, la voluntad de los seagulls no se materializó en ningún gol más.
Con este resultado, el equipo de Roberto de Zerbi alcanza la segunda posición del grupo B con cuatro puntos, antes de recibir al Fulham en la Premier League. Mientras que el Ajax ve agravada su crisis y permanece en el cuarto lugar con dos puntos. Su próximo compromiso será la visita al PSV, en uno de los grandes clásicos del fútbol neerlandés.