En la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions League, el Manchester City ha derrotado al Young Boys por 3-0. En un encuentro donde el campeón inglés fue superior de principio a fin, frente a un Young Boys abrumado.
Primera parte
El duelo se inició con un notorio dominio por parte del conjunto británico, que, desde el primer instante, monopolizó la posesión. Sosteniéndose sobre ella, hizo lo posible por arrinconar a su oponente entorno a su área, con su denso juego de pases, fomentado por el cuadrado en el mediocampo. Que le permitió generar alguna opción clara de remate, gracias a jugadores como Grealish o Rico Lewis, que los visitantes debieron sofocar bajo palos. Asimismo, los helvéticos plantearon un bloque bajo, que se acentuó con la presión que sufrían, complementado con envíos en largo hacia sus extremos, especialmente por el perfil derecho. Donde Elia hacía lo posible por ofrecer un apoyo.
Tras una puesta en escena dominante por parte de los de Guardiola, el choque se estabilizó y los de Rapahael Wicky pudieron coger aire conectando en un par de ocasiones con sus atacantes y atisbando la frontal del área local tímidamente. Sin embargo, el nivel de intensidad no decayó y los skyblues siguieron amenazando el área «aurinegra». Aunque con menos alcance en que los primeros instantes, en los que llegaron a pisar área pequeña con el cuero controlado. Aunque en una de sus embestidas, Matheus Nunes fue derribado en área contraria. Haaland no perdonó desde los once metros e inauguró el electrónico.
A raíz del 1-0, el vigente campeón levantó ligeramente el pie del acelerador, con la pretensión de dormir el partido. Mientras que el Young Boys adelantó sus líneas y ejerció una tibia presión sobre los primeros pases del Manchester City que, como suele ser habitual, partían desde Ederson. Esto pudo equilibrar el encuentro permitiéndole a los centroeuropeos ganar protagonismo en el juego, con la pelota, y evitar sufrimientos defensivos. Sin embargo, la menor intensidad no supuso ningún vuelco relevante en el enfrentamiento y Phil Foden concretó una notable acción individual, para anotar el segundo tanto de la noche.
Segunda parte
Los segundos 45 minutos dieron comienzo del mismo modo en que terminaron los primeros. El conjunto inglés llevaba la iniciativa en el juego, de modo incontestable, y circulaba la pelota con el propósito de generar alguna situación de peligro. Tal y como logró Erling Haaland, que anotó el 3-0 con un magnífico zurdazo desde la frontal del área. En una jugada de ataque en estático que escenificaba la actitud del vigente campeón de Europa, tras el descanso. Después del tanto, el choque mantuvo la misma inercia de monopolio, por parte de los de Guardiola. Que se agudizó por la contundencia en el marcador y la expulsión de Sandro Lauper, por doble amarilla.
Conforme el reloj fue avanzando, ambos técnicos irían moviendo sus banquillos. Mientras que sobre el verde, los skyblues se regodeaban en su palmario dominio. Frente a un rival que actuaba por inercia y aguardaba al pitido final. La ausencia de tensión competitiva, en esos instantes, daría pábulo a que el campeón de Inglaterra pudiera aproximarse insistentemente sobre la meta defendida por Racioppi. Buscando algún tanto y recreándose en alguna jugada. Pero pese a ello, el marcador no sufrió ninguna alteración y el partido quedó visto para sentencia.
Con este resultado, el Manchester City se mantiene como líder de grupo y se asegura la clasificación para los octavos de final, con 12 puntos. Su próximo encuentro será la visita al Chelsea, en la Premier League. Mientras que el Young Boys es último de grupo, por peor diferencia de goles, con un punto. En su próximo compromiso recibirá al Luzern, en la superliga suiza.