El AC Milan y el Borussia Dortmund se enfrentaban en un partido a priori igualado, pero que se decantó para los alemanes que ganaron 1-3, certificando su pase a la siguiente fase, ante un Milán que no le dió para más.
Primera Parte
Alemanes e Italianos se jugaban en San Siro muchas de las posibilidades de pasar a a siguiente fase de la Champions League, en uno de los grupos más igualados a falta de dos jornadas. Los primeros compases del encuentro nos dejaron dos penaltis en escasos 9 minutos de juego. El primero provocado por un disparo de Samu Chukwueze que Nico Schlotterbeck bloqueaba claramente con la mano. El encargado rossoneri de cobrar la pena máxima no era otro que Olivier Giroud. Lamentablemente para los locales se topaban con la parada de Kobel que adivinaba la dirección del tiro, perdiendo así una oportunidad de oro de adelantarse en el marcador.
Y prácticamente en la siguiente jugada, se señalaba otro penalti, esta vez a favor del Dortmund por falta de Calabria. A diferencia de Giroud, el capitán alemán Reus no perdonaba desde los once metros, batiendo a Maignan que no pudo hacer nada ante una definición perfecta. Con este revés el Milán se veía obligado a levantar un partido desde el principio.
Tras el gol, el partido comenzó a tener un ritmo mayor por la necesidad de los italianos de revertir el marcador, teniendo un tiro inofensivo de Pulisic. El partido se estabilizó a la media hora de juego, el Milán tratando de tener mayor iniciativa con un juego directo, sin embargo el Dortmund con poco llegaba a zonas de peligro. Pero se reenganchaba de lleno en el partido el Milán, con una gran jugada individual de Chukwueze. El nigeriano desde la banda arrancaba desde la banda y casi llegando a la línea de fondo se perfilaba hacía la portería y con un zurdazo colocaba el 1-1 en el minuto 37.
En líneas generales los rossoneri fueron mejores en este primer envite, reponiéndose del fallo de Giroud, y del gol de Marco Reus. En cambio el Borussia Dortmund a pesar de no dominar el juego, generaba peligro con relativa facilidad ante una defensa algo pasiva. Estos primeros 45 minutos ofrecieron un partido igualado y vibrante.
Segunda Parte
Rodaba de nuevo el balón en San Siro sin movimientos en los onces iniciales en ninguno de los dos equipos. Iniciando el Milán con mucha personalidad, con una volea de Pulisic que no encontraba portería. Pero no eran todo buenas noticias para los milanistas que en una incursión de Bynoe-Gittens, que Thiaw cortaba sufrió una lesión muscular. Obligando a Pioli a realizar un cambio forzado por Krunic en el minuto 52. Sin embargo 4 minutos después era el conjunto germano el que sufría otra lesión, la de Schlotterbeck. Aprovechando terzic para realizar un doble cambio, entrando Adeyemi y Özcan.
Y cuando más equilibrado parecía el partido, el Dortmund pegaba un zarpazo al partido y recuperaba la ventaja en el marcador. Con una jugada combinada de Reijnders y Sabitzer, que dejaban un balón limpio para Bynoe-Gittens que con un chut raso batía a Maignan en el minuto 59. El partido seguía y las cosas iban de mal en peor para el Milán, que veía como Adeyemi recibía un balón solo en la frontal, sacándose un disparo cruzado que Maignan no logra atajar y con suspense entraba entre los tres palos.
Este resultó un punto de inflexión en el partido que dejaba al cuadro rossonero en un panorama muy complicado. El Dortmund se encontraba bastante cómodo sobre el césped, y el Milán tirando más de corazón que de fútbol. Teniendo una oportunidad de recortar un gol en un cabezazo de Jovic que se estrelló en la madera. A pesar de todo el gol que estaba más cerca era el del cuadro amarillo que en un derechazo de Füllkrug que repelió el travesaño.
Con poco más terminaba el encuentro en San Siro, con el Borussia durmiendo líder y el Milán necesitado de un milagro para seguir en esta edición de la Champions League.
