Stuttgart y Bayer Leverkusen han empatado a uno, en la decimocuarta jornada de la Bundesliga. En un encuentro muy disputado e intenso, donde cada equipo dominó una parte y tuvo sus oportunidades de llevarse el triunfo.
La intensidad de los locales abrumó al líder
El partido comenzó con un mayor dominio por parte del Stuttgart, que saltó al verde ante su público con el propósito de controlar el juego. Se apoderó del esférico y puso en funcionamiento una presión tras pérdida, que en los primeros minutos sofocó al Leverkusen. De este modo, consiguieron llevar el peso de las ocasiones e inclinar toda la acción sobre la meta de Hradecky. Mientras que los visitantes aguantaban el chaparrón como podían, recluidos en pocos metros.
Con el paso de los minutos, los dirigidos por Xabi Alonso consiguieron inclinar la balanza y equilibrar las fuerzas acaparando mayores porcentajes de posesión. Así pues, estirando su bloque y progresando de un modo sostenido, consiguieron ganar protagonismo en el último tercio de campo y hundir el bloque de su oponente. Esto provocó un giro de guión en el choque y forzó a su oponente a trabajar en otras fases del juego, como las transiciones y la fase defensiva. Las cuales tampoco le desagradaban y en las que a pesar del poderío de los rojinegros para atacar tanto en estático como al contraataque, se desenvolvían con soltura y le permitían mantener un equilibrio entre la solidez defensiva y la amenaza ofensiva, aunque de un modo más vertical.
El encuentro se mantenía igualado, con ambos equipos exponiendo una propuesta similar que les forzaban a intercambiar roles permanentemente. Atacando y defendiendo de un modo similar con una gran verticalidad en la elaboración y un repliegue inmediato tras pérdida. En lo que estaba siendo un entretenido intercambio de golpes, Führich inauguró el marcador tras rematar a portería vacía un centro de Vagnoman desde la derecha. En una acción defensiva donde el cuadro de la aspirina quizás careció de la diligencia necesaria ante el lateral germano, que estaba siendo el mejor de los 22 jugadores, perforando el perfil derecho.
El Leverkusen equilibró la balanza y ambos equipos dieron por bueno el empate
Los segundos 45 minutos empezaron con el precoz tanto del empate para los 11 de la compañía. En una transición rápida que pilló a los suabos descolocados, Boniface asistió a Wirtz para que este marcara a placer. Con el 1-1, la alternancia se mantuvo, pues los de Sebastian Hoeness trataron de progresar en bloque, de un modo más prudente que en la primera mitad. Mientras que el Leverkusen, que llevaba la voz cantante, también optaba por ralentizar su circulación y «horizontalizarla». A la espera de que el contrario diese un paso en falso, tanteando la espalda de la zaga y buscando el desequilibrio individual por las bandas, que ofreciese alguna ventaja.
Con el paso de los minutos, los dirigidos por Xabi Alonso mantuvieron un mayor control del juego mostrando una faceta más imponente en la fase defensiva. Aunque la iniciativa quedó muy repartida entre los dos contendientes. Pues el reloj seguía corriendo y la igualdad era máxima, con una gran supremacía de ambas defensas sobre los atacantes. Máxime cuando las aventuras ofensivas estaban quedando más restringidas, por temor a quedar expuestos en defensa. Pese a ello, se pudo observar algún tibio acercamiento por parte de amas escuadras, que siempre era concluido del modo más expeditivo.
En los instantes finales, el conjunto de la aspirina emprendió una ofensiva final. Adelantó el bloque, lo que le permitió gozar de alguna ocasión a balón parado, y atenazó a un adversario que jugaba con el cronómetro y que defensivamente apretó los dientes para evitar males mayores.
Con este resultado, el Bayer Leverkusen mantiene el liderato con cuatro puntos de ventaja y 36 en total. En la próxima jornada, recibirá al Eintracht de Frankfurt. Mientras que el Stuttgart permanece tercero, con 31 puntos. En su próximo compromiso liguero, visitará el Allianz Arena para medirse al Bayern de Múnich.