El Tottenham vence y se mantiene líder una jornada más

En la décima jornada de la Premier League, el Tottenham se ha impuesto por 1-2 frente al Crystal Palace, en Selhurst Park. En un partido disputado entre vecinos. Donde los de Ange Postecoglu superaron a un rocoso rival y reafirmaron su brillante estado de forma.

Primera parte

El encuentro se inició con dominio del cuadro lilywhite, que desde el primer instante buscó la meta contraria con su dinámico juego de pases. En contraste, los dirigidos por Roy Hogdson plasmaron una propuesta que bien podría ser la antítesis natural: repliegue en campo propio, mantenimiento de las líneas unidas, para coagular el juego del contrario por el interior, y despliegue vertical al contraataque, tras una recuperación. Una propuesta muy característica del fútbol británico que germinó las dos situaciones más claras del tramo inicial. Dos remates, efectuados por Jordan Ayew y Odsonne Edouard, que Vicario tapó con apuros, en dos tiempos.

Superado el cuarto de hora inicial, los de Ange Postecoglu siguieron acaparando un mayor protagonismo en el juego. Sin embargo, estaban atravesando dificultades para desenredar la tela de araña defensiva de los «azulgranas» y propiciar situaciones de remate. Circulaban el balón con gran soltura y exploraban algunos cambios de dirección, gracias a la gran movilidad de su ataque, pero erraban en el último pase. Las únicas amenazas que pendían sobre la meta de Sam Johnstone se producían desde media distancia y con poco tiempo para armar la pierna. El duelo era intenso y la acción era fluida, pese a que las ocasiones no se terminaban de cristalizar, pues se estaban produciendo pocas interrupciones y ninguno de los dos contendientes dudaba en buscar el arco contrario, en cuanto se apoderaba de la redonda.

Sobre la media hora de juego, el choque atravesó un lapso accidentado y con muchas interrupciones, que espoleó a los locales. Debido a que cortó el ritmo del equipo del norte de Londres y sumergió la contienda en pelotas divididas y acciones a balón parado. Un terreno donde se manejaban mejor y que les permitió alejar la acción de su área durante varios minutos, antes del descanso. Por su parte, el cuadro de Ange Postecoglu se vio parcialmente neutralizado con esta inercia con tanta interrupción. Sufrió para conservar el cuero y no pudo recuperar la autoridad inicial, en la mitad de campo de su adversario.

Segunda parte

El segundo periodo comenzó con un Tottenham más decidido, que vio alterado su once con la entrada de Emerson por Davies. Una sustitución que situó al brasileño en un rol más próximo al del lateral inverso y que pretendió fomentar superioridades en la medular, con ambos laterales acompañando a Bissouma en salida. Del mismo modo, el Crystal Palace saltó al verde con la misma propuesta intrépida de robar y transitar. Un plan que le permitió atacar con mayor facilidad, por los riesgos que estaba asumiendo su contrincante en defensa, si bien no le aportó grandes beneficios. Por ello, serían los spurs los que golpearían primero. Ward introdujo el esférico en su propia portería rematando un centro envenenado de Maddison. Que inició la acción presionando al arquero contrario.

La reacción al 0-1 no fue la más usual. Los glaziers dieron un paso hacia delante inmediato. Acumularon más efectivos en sus ofensivas y adelantaron sus líneas. Mientras que los visitantes comenzaron a moderar su agresividad, tanto con la posesión como sin ella, conscientes del valor del tanto que acababan de anotar. Aunque aún así, no retrocedieron sus líneas y evitaron ser arrinconados por la inercia de los de Roy Hogdson.

Con el paso de los minutos, la tesis del cuadro del norte de Londres se terminó imponiendo y el enfrentamiento atravesó un intervalo de control lilywhite. Un dominio que se reforzó cuando Heung-min Son anotó el 0-2, tras rematar un centro raso de Brennan Johnson desde la izquierda. Una acción colectiva plagada de paciencia y criterio en la entrega. Después del segundo tanto, los Eagles acometieron sus últimas ofensivas, insuflados por varios jugadores de refresco. Aunque todo su caudal ofensivo se redujo, en esos instantes, a las acciones de pelota parada. Los de Ange Postecoglu acaparaban el balón y lo circulaban placenteramente. A la expectativa de provocar un error en el contrario, que les permitiese ampliar su renta.

Contra todo pronóstico, el Crystal Palace recortó distancias en el descuento. Jordan Ayew recogió, en la frontal del área, un envío en largo de Andersen y conectó un derechazo seco que batió a Vicario. Una jugada que contó con una larga revisión del VAR, por una posible mano del goleador y que demostraba una evidente relajación en la zaga de los Spurs. Finalmente, las águilas lo intentaron hasta su último aliento, pero los tres puntos viajarían hacia el norte de la capital.

Con este resultado, el Tottenham reafirma su liderato en la Premier League, una semana más, acumulando 26 puntos. Su próximo compromiso será frente al Chelsea como local. Mientras que el conjunto de Roy Hogdson permanece en una cómoda undécima posición con doce puntos, antes de medirse con el Burnley, como visitante, en la próxima jornada.

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