El Brighton asalta el Johan Cruyff Arena

En la cuarta jornada de la fase de grupos de la Europa League, el Ajax ha caído por 0-2, frente al Brighton. En un partido intenso, fluido y con alternativas, donde el conjunto inglés supo marcar los tiempos. Ante un rival voluntarioso que dio algunos síntomas de mejoría, aunque fueron insuficientes.

Primera parte

El encuentro comenzó con un cuadro Ajacieden más proactivo. Que llevó la iniciativa desde el pitido inicial apoderándose del esférico y buscando la portería contraria con pausa y decisión. Esto le permitió llevar a cabo una serie de tímidos ataques sobre la portería de un Brighton más reactivo que estableció sus líneas en un bloque medio, con el propósito de recuperar y transitar. Sin embargo, serían los de Roberto de Zerbi quienes golpearían primero. En una transición auspiciada por una intercepción de Adingra a un pase de Silvano Vos, tras la que el extremo habilitó a Ansu Fati, para que enfilase la portería y batiese a Ramaj. Una ocasión, el primer remate de los visitantes en el choque, provocado por una tímida presión sobre la salida del Ajax cortocircuitando sus líneas de pase.

El 0-1 no produjo grandes alteraciones en el guión del partido, pues los dirigidos van´t Schip siguieron haciendo hincapié en sacar la pelota jugada desde su portería. Pese al seguimiento que padecían por parte de su adversario. Mientras que este mantuvo su presión, aunque comenzó a contemporizar, cuando recuperaba el cuero. Secuenciando pases con mayor parsimonia, para tratar de descolocar posicionalmente a su contrincante. Que también se lanzaba a la aventura de la presión alta. Fruto de ello, los seagulls trataron de buscar la portería contraria. Pero su precipitación en los últimos metros les estaba exponiendo ante un cuadro «continental» más fluido, que poco a poco iba traspasando la presión.

Con el paso de los minutos, los neerlandeses consiguieron inclinar el campo de su lado, saliendo desde atrás con gran facundia. Pudiendo, de este modo, circular el balón con un ritmo creciente, como resultado de la mayor movilidad de sus efectivos, por delante de la línea de la pelota. Fruto de ello conseguirían progresar hasta la frontal del área y desbordar a su adversario. Que apenas era capaz de conservar la posesión y mucho menos de avanzar con ella. Tras unos minutos de mayor dominio local, el enfrentamiento recuperó la alternancia inicial. En la que ninguno de los dos equipos impuso su presión, ni su criterio en el último pase.

Segunda parte

La segunda mitad se inició con un mayor control del juego por parte del conjunto británico. Que atesoró más posesión y supo marcar el ritmo del juego con ella. Frente a un adversario que había regresado de los vestuarios con gran frialdad, mostrándose poco intenso en los duelos y apático en sus circulaciones. En consecuencia, la escuadra insular puso tierra de por medio, cuando Adingra completó con brillantez, una acción de Ansu Fati entrelíneas. El segundo tanto tendría un gran efecto en lo anímico, pues el tetracampeón de Europa no ofreció reacción y quedó a merced de los dirigidos por Roberto de Zerbi, que presionaban con garbo y se gustaban con el esférico, en esos instantes.

Con el paso de los minutos, los dirigidos por van´t Schip dieron un paso hacia delante, aumentaron una marcha a su juego con una mayor movilidad por delante del esférico, que les permitía conservarlo y progresar. Como resultado de ello, lograron alejar la acción de su portería, adquirir un mayor protagonismo y atacar la meta defendida por Verbruggen, con cierta frecuencia. Del mismo modo, los dirigidos por Roberto de Zerbi retrocedieron sus líneas y comenzaron a regular sus esfuerzos. Dosificaron su presión tras pérdida y después de una recuperación, enlazaban una secuencia larga de pases o se desplegaban en transición, en función de donde se apoderaban de la redonda.

En los últimos estertores del choque, el conjunto Ajacied se volcó al ataque en busca de un gol que le diese un rayo de esperanza. Pero todas sus ofensivas se redujeron a acciones a balón parado y sus segundas jugadas. Una excesiva verticalidad que convirtió el duelo en un microsismo, al carecer de la emoción del marcador. Donde el Brighton se resguardó en área propia para resistir las embestidas y hacía lo posible por dejar correr el cronómetro con el cuero en su poder.

Con este resultado, los seagulls alcanzan temporalmente el liderato del grupo, con siete puntos. En su próximo compromiso recibirá al Sheffield, en la Premier League. Mientras que el equipo neerlandés permanece último del grupo, con dos puntos. Su próximo partido será la visita al Almere City, en la Eredivisie.

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