En la decimotercera jornada de la Premier League, el Arsenal se ha impuesto por 0-1 ante el Brentford. En un duelo a cara de perro, donde los de Thomas Frank le plantearon una durísima resistencia al equipo de Arteta.
El Arsenal llevó la iniciativa, pero no pudo mantenerlo todo bajo control
El partido comenzó con el conjunto de Mikel Arteta llevando la iniciativa mediante la posesión y tratando de concentrar todo el juego en el último tercio de campo. Arrinconando a su oponente con su presión tras pérdida. En contraste, los dirigidos por Thomas Frank apostaron por replegarse en campo propio e intentar taponar los carriles interiores, defendiendo con todos sus efectivos. Asimismo, su propuesta con balón se fundamentó en transitar verticalmente para buscar el centro al área y aprovechar alguna segunda jugada. Así como sacar provecho de las acciones de pelota parada. La circulación de los visitantes estaba siendo fluida hasta el área contraria y evitó las disputas aéreas en la elaboración. Lo cual es una de las mayores fortalezas de las abejas. Pero no le permitía originar demasiadas situaciones de remate.
Atravesada la media hora de juego, el ritmo de juego se estabilizó. Aunque los gunners no conseguían controlar el juego por completo, pese a que no sufrían defensivamente. Debido a que los locales no se limitaban únicamente a defender y le sacaban el máximo partido a sus recuperaciones cuando conectaban con sus carrileros y sus puntas. Pero sus aproximaciones raramente se concretaban en remate y quedaban expuestos defensivamente a las transiciones de su adversario. De tal modo que únicamente mantuvieron el casillero a cero, por la imprecisión de este en el último pase. Trossard anotó un gol que fue anulado por fuera de juego, después de aprovechar un remate de Gabriel Jesus en una acción colectiva.
El Arsenal sufrió, pero asestó un golpe letal desde el banquillo
Los segundos 45 minutos empezaron con un Brentford más altivo que alcanzó cotas más altas de posesión y en algunos momentos quiso marcar el tempo del juego a través de ella. Mientras que los visitantes mantuvieron su planteamiento original, si bien volvieron del vestuario más tibios. Pues dosificaron su presión alta, carecían de una velocidad extra en sus jugadas de ataque y las focalizaban en exceso por los costados. Por donde los mediapuntas también se desdoblaban para intentar generar una superioridad numérica, sin gran efecto.
Con el paso de los minutos y la igualdad en el luminoso, Arteta movió el banquillo y retiró a un desafortunado Gabriel Jesus para dar entrada a Nketiah. En un intento de agitar el árbol en la zaga rival. Con la cercanía del final, el vigente campeón de la Community Shield intensificó sus ataques en busca del liderato. Llevó a cabo lanzamientos de media distancia con un Zinchenko más interiorizado y lanzó más envíos al área pequeña de los red-white, haciendo lo posible por sembrar la discordia. En un Flekken titubeante o en una zaga demasiado impetuosa y expeditiva en muchos momentos.
En las postrimerías del duelo, los de Thomas Frank volvieron a adelantar sus líneas y a buscar la meta de Ramsdale con frecuencia. Dando rienda suelta al caos que tanto alimenta su fase ofensiva. Durante el desorden, que fracturó por completo el enfrentamiento, tuvo lugar la fase donde ambos equipos generar el mayor número de llegadas y en la que estas tuvieron mayor claridad. Pero el desgaste físico y la tensión del momento afloraron en una toma de decisiones precipitada y errática. Pese a ello, el recién entrado Havertz pudo darle la victoria al Arsenal, después de rematar un gran centro de Bukayo Saka desde la derecha.
Con este resultado, el Arsenal asalta el liderato de la Premier League, con 30 puntos. En su próximo compromiso recibirá al Lens en la fase de grupos de la Champions League. Mientras que el Brentford permanece undécimo, con 16 puntos, antes de recibir al Luton en la Premier League.