Ollie Watkins le arranca la cuarta posición al Tottenham

El Aston Villa se ha impuesto por 1-2 frente al Tottenham, en la decimotercera jornada de la Premier League. En un interesante encuentro, plagado de alternativas y con una acción muy dinámica y fluida. Donde ambos equipos ofrecieron un buen espectáculo futbolístico.

El Aston Villa se aferró al balón parado en su peor momento

El duelo se inició con un elevado ritmo de juego, debido a que ambos equipos saltaron al verde con la intención de buscar la meta contraria. Los locales llevaron la iniciativa, acumulando un mayor porcentaje de posesión, y atacaron con su veloz juego de pases. De este modo, acumularon muchos efectivos en un tercio de campo, pese a que mostraban una excesiva distancia entre la primera línea y el mediocampo. Mientras que los dirigidos por Unai Emery defendieron en un bloque medio-bajo sin el esférico. Aunque en su transición defensa-ataque conseguían sacar el balón con fluidez, gracias a la movilidad de sus volantes por el interior, como suele ser habitual. Con este escenario, se produjeron varias llegadas. Mayoritariamente del lado local, que atacaba el espacio entre lateral y central con facilidad, aunque pocas veces se materializaban debido a la diligencia de la zaga visitante.

Tras el cuarto de hora inicial, las posiciones se estabilizaron y el conjunto dirigido por Ange Postecoglu consiguió solidificar su presión. Coagulando la salida de pelota de los villanos y reduciendo todo el perímetro de acción a pocos metros. Como resultado de ello, Lo Celso adelantó al equipo capitalino a balón parado, con un fantástico zurdazo desde la frontal. Después del 1-0, el Aston Villa trató de dar un paso hacia delante e intentó amenazar la meta de Vicario, focalizando su torrente ofensivo por las bandas. Fruto de ello, lograrían igualar el electrónico por medio de Watkins. Aunque el colegiado decretaría fuera de juego, a instancias del VAR, tras una revisión inusualmente larga.

A raíz de la anulación del gol y del parón que supuso la revisión, el cuadro de Birmingham decayó, a causa de que se encontró con un rival que retrocedió las líneas y le entregó un mayor protagonismo en el juego. Viéndose forzado a atacar en estático. En consecuencia, los lilywhites mantuvieron el control del juego bajándole las pulsaciones, tanto en poder del balón como replegando en fase defensiva. Pero pese a todo, el claret and blue army pudo igualar el envite en una acción de estrategia. Pues Pau Torres remató una falta botada por Douglas Luiz, anticipándose a la pasividad defensiva de los locales.

Watkins marcó la diferencia en medio del desorden

El partido se reanudó con el mismo dinamismo con el que comenzó. El Tottenham reanudó su presión alta sobre la zaga contraria, provocando varios errores en su oponente y atacando el área contraria con frecuencia por el exterior. Mientras tanto, los dirigidos por Unai Emery debieron de aguantar el chaparrón en los instantes iniciales. Si bien con el paso de los minutos y una mayor serenidad en su circulación, lograron desarbolar la presión que padecían en campo propio. Sin embargo, en la mitad de campo opuesta se vieron lastrados por emplear un menor número de efectivos, que le impidieron amenazar el área con mayor frecuencia. Aún así, Watkins logró adelantar a los visitantes, tras finalizar con solvencia una buena acción colectiva.

Con el 1-2, el choque se comenzó a romper. Los londinenses mantuvieron el mismo plan de atacar verticalmente y de presionar alto. Pero la ansiedad por verse por detrás en el marcador comenzó a debilitar su labor en las transiciones ataque-defensa. Frente a un contrincante muy fortalecido en lo mental, que circulaba el esférico con una fluidez asombrosa en los primeros metros. Sabía cuando aguantar la redonda, encontraba al tercer hombre y cambiaba de lado cuando la situación lo requería. De este modo, la acción se convirtió en un correcalles. Pues el conjunto granate también pudo disfrutar de varias situaciones de remate, tanto por el transcurso natural del juego, como en acciones de estrategia.

En las postrimerías del encuentro, ambos conjuntos le rebajaron algunos decibelios al juego. El Aston Villa comenzó a jugar a favor del cronómetro. Haciendo lo posible por arañarle segundos al reloj con posesiones más largas y seguras, descansando en su guardameta y buscando situaciones como los saques de banda o las faltas, que le permitiesen coger oxígeno. Mientras que el equipo de Ange Postecoglu no tiró la toalla e intentó equilibrar el enfrentamiento. Pero las acertadas intervenciones de Emiliano Martínez y el hecho de contagiarse del ritmo de los villanos, menguaron su producción ofensiva.

Con este resultado, el Aston Villa alcanza la cuarta posición, con 28 puntos. En su próximo compromiso, recibirá al Legia de Varsovia en la Conference League. Mientras que el Tottenham cae al quinto puesto, con 26 puntos, antes de visitar el Etihad Stadium para medirse ante el Manchester City, en la Premier League.

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