El Newcastle ha derrotado al Manchester United por 1-0, en la decimocuarta jornada de la Premier League. En un encuentro intenso y extenuante para los 22 protagonistas, donde los de Eddie Howe hicieron más méritos para llevarse el triunfo.
Los magpies buscaron el gol con más ahínco
El partido comenzó con un conjunto local más enérgico y proactivo, que llevó la iniciativa desde su presión alta imponiendo un altísimo nivel de intensidad. Fruto de ello, conseguirían llevar el peso de las ocasiones con un vertiginoso juego de transiciones, donde los extremos tenían un gran protagonismo. Así como por medio de las acciones de estrategia, que se convertían en penaltis con su poderío en las alturas, tanto en primera como en segunda jugada. Mientras tanto, el equipo de Ten Hag debió de replegarse en campo propio, achicando aguas como podía. Al mismo tiempo que con balón trató en todo momento de progresar de un modo pausado y sostenido en bloque.
Tras un inicio arrebatador por parte de las urracas, el choque entró en una fase de receso. Debido a que el Manchester United conseguía estirar sus posesiones y superar el marcaje local con una mayor movilidad por delante del cuero. Sin embargo, esto no contrarrestó el dominio de los de Eddie Howe. Aunque sí que modificó su forma de dominar y atacar, pues le forzó a producir situaciones de remate de un modo más estático y posicional.
Como consecuencia de ello, el protagonismo del Newcastle en el juego se vio lastrado, al reducirse la frecuencia de sus ataques por la menor capacidad de desequilibrio que tenían. Así pues, el cuadro visitante comenzó a atisbar superficialmente el área de Pope, sin llegar a concretar ninguna jugada. Ninguno de los dos equipos atacaba con la profundidad suficiente para generar ocasiones muy peligrosas. Si bien la alternancia en el juego abría la posibilidad de que un error abriese la lata.
En los instantes finales, el conjunto mancunian abandonó cualquier posibilidad de tener peso en el juego, para mantener el empate, y ejerció una presión endeble sobre la salida del contrario. Orientada a forzar que todo el juego se dirimiese por las bandas en duelos de uno contra uno, mientras que el bloque se recluía en el área. De este modo, la escuadra blanquinegra volvió a atacar constantemente el área del campeón de la Carabao Cup. Pero no pudo conectar ningún remate exitoso, ante la guadaña de piernas que se agolpaban delante de Onana.
La insistencia de los locales encontró premio
En la reanudación, el anfitrión salió de los vestuarios resuelto a abrir el marcador. Insistió en su propuesta original de presionar a su contrincante en salida, para recuperar la redonda a gran altura y provocar una situación de remate en pocos pases. Mientras que el United debió nuevamente de resistir con un gran ejercicio defensivo y aguardar a que el rival se diese un respiro. Pero nada más lejos de la realidad. Gordon abrió la lata rematando en el segundo palo un envío raso de Almirón desde el primero, en una acción muy característica de los locales. A raíz del 1-0, la superioridad geordie fue aún más notoria, con unos minutos posteriores de asedio con una intensidad en cada marcaje y cada duelo que obnubilaba a propios y extraños.
Atravesado el ecuador del segundo tiempo, el Newcastle siguió siendo dueño y señor del encuentro, gracias al derroche físico que estaba ofreciendo que le permitía apoderarse del balón sistemáticamente. Fruto de ello, siguió llegando con gran frecuencia sobre el arco defendido por Onana, pero el desgaste comenzó a hacer mella en su toma de decisiones. En consecuencia, comenzó a jugar con el cronómetro y a imponerle un ritmo más pausado al juego, sin cesar en su búsqueda de la portería. Por su parte, los red devils quemaron todas las naves con la entrada de Hojlund y Antony y espoleados por ellos empezaron a ensuciar la salida de su contrincante y a apoyarse en estos para iniciar el juego más verticalmente. Pero la diligencia de la zaga toon dinamitó cualquier progreso.
En los últimos instantes, el equipo de Erik ten Hag se volcó al ataque en busca del empate con todo el bloque, procurando desequilibrar por las bandas para proyectar un centro al área. La respuesta de los de Eddie Howe a este movimiento de los visitantes fue la de retroceder y salvaguardar la mínima ventaja, en medio de la extenuación. Tanto fue así, que Maguirre anotó un gol que fue anulado por fuera de juego, por desviar un lanzamiento de Antony. Pero aún así, esto no hizo sino alimentar la insistencia de los diablos rojos que murieron en la orilla.
Con este resultado, el Newcastle alcanza la quinta posición, con 26 puntos. En la próxima jornada visitará Godison Park para medirse al Everton. Mientras tanto, el Manchester United cae a la séptima plaza, con 24 puntos, antes de recibir al Chelsea.