La Serie A ha anunciado el XI de la jornada, y Olivier Giroud está en él. El delantero ya está acostumbrado a salir en este tipo de publicaciones, ya que es uno de los mejores delanteros de la década. Pero, en esta ocasión no está ahí por marcar goles, sino por detenerlos.
En la jornada 8 de la Serie A el Milan se enfrentaba al Genoa. A priori pintaba un partido sencillo para los rossoneri. Pero nada más lejos de la realidad. El encuentro se alargó hasta los 105 minutos y el gol de la victoria no se marcó hasta el 87. Aunque, lo más impactante del encuentro no fue esto, sino que ambos porteros fueron expulsados; Josep Martínez (guardameta del Genoa) por doble amarilla y Maignan por roja directa.
Giroud se convierte en santo
La roja al meta del Milan llegó en el 90’+8, cuando ya todos los cambios habían sido efectuados. Uno de estos fue el de Olivier Giroud en el 66′ de partido. Stefano Pioli metió al francés con la intención de abrir la lata del partido. Lo que no sabía, es que más tarde sería el propio Giroud quien salvaría al equipo. Cuando el portero visitante se fue al túnel de vestuarios, el miedo acaparó los corazones de los seguidores de Milán. No obstante, llegó Olivier Giroud y sin dudarlo se puso la camiseta de portero y los guantes, y se concentró para en vez de ser un tanque, convertirse en un muro.
El campeón del mundo paró alguna que otra bajo palos y logró mantener la portería a cero, dándole así los tres puntos a su equipo. Esto le ha valido a los organizadores de la Serie A para darle el galardón de portero de la semana. Seguro que Giroud está pletórico con esto, ya que es un hito que es casi imposible de conseguir. Aun así, la jornada que viene no repetirá en la meta, volverá a su posición natural.