Tras la eliminación de ambos equipos en Champions frente a equipos españoles, la redención en liga pasaba por el Giuseppe Meazza. El Inter ya acaricia el título de Serie A y continúa con una racha impecable. Mientras que al Nápoles que tiene entrar en puestos europeos en una temporada muy irregular sigue vivo en la pelea.
Primera Parte
El partido comenzó con un ritmo muy frenético, teniendo ambos clubes acercamientos con cierto peligro. Los napolitanos proponían una presión muy alta, que puso en serios apuros a los centrales, trabando consistentemente la salida de balon interista.
El Inter logró desquitarse de esa presión, llegando a tener una doble oportumidad de anotar. Primero en un remate de cabeza de Darmián bien tapado por Meret, y posteriormente el rechace le cayó a Nicolo Barella que golpeó por encima de la portería. La mayoría del peligro de los locales lo provocaban los numerosos desmarques de la pareja en ataque de Lautaro y Thuram, sin embargo estaban imprecisos.
Pese a ser un partido relativamente directo por el juego de tanto Napoli como del Inter, hubo muchísimos pases errados, haciendo imposible darle continuidad al juego. El premio del gol se hizo de rogar, pero llegó de la mano de Darmián en el minuto 43. El esférico tras pasar por medio equipo nerazzurri, Bastoni manda un centro al punto de penalti, donde Darmían conecta abriendo la lata.
Segunda Parte
Nada mas reanudar el partido, Lautaro Martínez volvió a poner a prueba a Meret con un disparo duro a bajo, chut que el guardameta italiano desvió. Los de Milán salieron muchísimo mejor de los vestuarios, trayendo peligro tanto en arrancadas desde la banda de Dimarco. Como del balón parado donde eran superiores al Nápoles que sufría mucho en el juego aéreo.
Superando la hora de partido el Nápoles despertó, atosigando la portería de Sommer, pero todos los esfuerzos por empatar eran sofocados por la rocosa zaga interista. Pese a la reacción celeste, no consiguieron concretar jugadas de peligro, y se fueron apagando paulatinamente. Sorpresivamente en un córner nacido de un error en la defensa nerazzurra llegó el gol del empate en un testarazo en el segundo palo de Juan Jesus.