Ayer se conoció la noticia de la rescisión de contrato por mutuo acuerdo. Cristian Ganea no seguirá vistiendo la camiseta del Athletic la próxima campaña. El zurdo deja Lezama después de dos temporadas prácticamente en blanco.
Un jugador que nunca tuvo una oportunidad real de demostrar en el campo sus dotes y virtudes. Desde su llegada hasta el día de hoy, ni Kuko Ziganda, ni Berizzo ni tampoco el entrenador actual, Gaizka Garitano, han contado con él. Solo 68 minutos en partidos oficiales con la camiseta rojiblanca que no dan para continuar, a pesar de que su contrato finalizaba el próximo junio de 2021.
Ambas temporadas el jugador acabó saliendo cedido en el mercado invernal en busca de minutos. El primer año su destino fue Numancia y la temporada pasada volvió al Viitorul Constanta, equipo del que provenía, pero ninguna de sus actuaciones fueron destacadas como para llamar la atención de los técnicos de Lezama.
El lateral nació en Bistrita (Rumania) en 1992 y se trasladó a vivir a Basauri (Vizcaya) a los 11 años de edad, donde empezó a formarse en las categorías inferiores del Indartsu y Baskonia, hasta jugar con 18 años un campeonato de selecciones autonómicas con la selección de Euskadi. Más adelante volvería a Rumanía donde destacó en el Viitorul Constanta con el que ganó Liga y Copa. Este buen rendimiento no solo fue apreciado por Ibaigane, también le abrió las puertas de la selección rumana.
Como suele ser habitual en estos casos, división de opiniones en las redes sociales con la finalización de contrato del jugador. Muchos opinan que su fichaje ha estado mal gestionado desde el principio y que se deberían haber dado más oportunidades al jugador, mientras otros opinan que nunca estuvo al nivel de exigencia del Athletic.