El positivo de Roberto obliga al Valladolid a suspender su entrenamiento

El coronavirus vuelve a hacer mella en el fútbol español. Tras un fin de semana complicado para el Real Valladolid, en el que un empate a uno dejó un sabor amargo en el José Zorrilla, el club ha confirmado una de las peores noticias posibles. El portero titular del equipo, Roberto Jiménez, ha dado positivo en COVID-19, lo que ha implicado su respectivo confinamiento domiciliario y la puesta en marcha de las medidas sanitarias oportunas.

El guardameta de 35 años tendrá que asumir un mínimo de dos semanas apartado de los terrenos de juego, lo que significa que llegar al próximo choque de su equipo, frente al FC Barcelona, será una tarea prácticamente imposible. A pesar de ello, Sergio González podría plantearse la posibilidad de contar con su portero para los partidos posteriores al del Camp Nou, siempre que el jugador se recupere con total normalidad.

La aparición de este caso positivo en la plantilla ha tenido consecuencias colaterales para la misma. Tras conocer la reciente noticia, el club ha puesto en marcha el protocolo indicado por las autoridades sanitarias, aislando a todo el personal que conforma la entidad en sus respectivos domicilios. A la espera de los resultados de las pruebas realizadas a cada uno de los miembros mencionados anteriormente, la sesión de entrenamiento de hoy ha sido suspendida, sin tener aún la certeza de que la de mañana pueda realizarse.

El Pucela continúa así su lucha contra un virus que no ataca por primera vez a sus filas. Al historial de casos del club, conformado por Masip, Jota, El Yamiq y Bruno González, se une ahora el de otra pieza importante del esquema de Sergio González. A pesar de esta delicada situación, el equipo blanquivioleta contará con un período de diez días (por el parón de selecciones) para afrontar estas cuestiones internas y volver con fuerza a la competición liguera.

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