La pandemia que estamos viviendo ha trastocado por completo todos los ámbitos de nuestra vida. Como no podía ser de otra manera, el fútbol también se ha visto perjudicado, y la ausencia de público en las gradas se ha convertido en un problema difícil de resolver para los clubes.
Los distintos equipos se han tenido que reinventar para sacar adelante una nueva campaña de abonos en un año atípico y lleno de incertidumbre.
El Celta de Vigo anunciará en las próximas horas que la campaña de abonados, cuya fecha de finalización estaba prevista para el día 31 de diciembre, se amplía hasta el próximo 31 de enero, y vendrá con novedades. Las protestas de la afición celeste no han caído en saco roto, y el Celta ha decidido eliminar el coste de 50 euros para los abonados que renueven o se den de alta a partir de ahora, disfrutando de los mismos privilegios que los que ya han pagado.
Eso sí, el club de Balaídos no devolverá el dinero a los que ya han efectuado el pago por el alta o la renovación, y tampoco asegura que tengan ningún tipo de privilegio a la hora de posibles sorteos para poder acudir al terreno de juego.
En el seno del club creen que con esta medida la campaña podrá sufrir un impulso importante en su número de abonados, y de ese modo presionar al Concello para que paralice la obra de la grada de Marcador, confiando en que se puedan alcanzar los 25.000 socios. Una medida política que busca añadir más tensión en la guerra que están librando club y Concello desde hace varios años, y que tendrá un nuevo capítulo esta temporada.
El Celta de Vigo busca compensar a sus socios tras la imposibilidad de acceder al estadio en la presente temporada.