Durante las últimas semanas el rendimiento de Gareth Bale en el Tottenham estaba siendo muy criticado entre los medios. No eran pocas las críticas hacia el galés, que se veían incrementadas ante las palabras de Mourinho.
El técnico del Tottenham había dejado claro hace no mucho que la causa de los pocos minutos que estaba teniendo Gareth se debía a que no estaba en forma. Además, añadía que todavía no estaba físicamente bien, que tenía que dosificarlo porque no aguantaba tres partidos semanales.
El galés ha hablado sobre el campo. En los últimos cuatro encuentros ha anotado cuatro goles y ha repartido tres asistencias. Bale ha contribuido en siete goles del Tottenham en la última semana y media.
No es coincidencia que el buen rendimiento de Gareth haya supuesto un cambio de dinámica en los “Spurs”, que han sido capaces de revertir la mala racha que llevaban.
Ante este suceso a Mou no le ha quedado más remedio que tragarse sus palabras. Pero seguro que no hay nada que le guste más que eso en este momento. El hecho de ver como un futbolista que no estaba aportando cambia su rendimiento de forma drástica convirtiéndose en un pilar fundamental del equipo es gratificante para cualquier entrenador.
Tanto es así que en la última rueda de prensa dijo: “No hay entrenador en el mundo que no ponga a Gareth cuando está en forma”. El galés también habló comentando que sus sensaciones eran muy buenas y que físicamente estaba mucho mejor.
En las declaraciones Mou no se equivocó diciendo que cuando está en forma es imposible no ponerlo. Pero ahí está la cuestión, el estado de forma de Bale, cuando no está bien es uno más, pero cuando está en forma es diferencial y es capaz de echarse el equipo a la espalda. Al fin y al cabo eso es lo que se le pide a un jugador del talante de Bale, que sea capaz de liderar a todo un Totteham.
Los “spurs” esperan que la buena racha del galés se prolongue lo máximo posible en este tramo de la temporada porque puede traerles muchos éxitos tanto en Premier como en Europa League.