El Real Madrid Femenino llegó a Barcelona, concretamente al Camp Nou, para disputar el partido de vuelta por los cuartos de final de la Champions, con sensaciones encontradas. Por un lado, un desempeño bastante bueno en el torneo continental que le ha hecho llegar a esta importante instancia, apenas en su primer año. Asimismo, el equipo ha exhibido un alto nivel en su juego desde la llegada del nuevo técnico, Alberto Toril. Sin embargo, estaba la situación de que en cuatro partidos frente al rival de turno, durante esta campaña, no había podido conocer la victoria.
En el caso más reciente, el enfrentamiento de la ida, el Madrid estuvo más cerca que nunca. Se puso por delante en el marcador, cuestión no lograda por nadie hasta el momento, pero todo se derrumbó cuando el arbitraje decidió ser protagonista. A partir de ahí, la indignación y los nervios hicieron mella hasta culminar con el adverso marcador de uno a tres. Jamás sabremos que pudo suceder, de no ser por la espantosa actuación de la finlandesa Lina Lehtovaara. Una situación que las merengues esperaban no se repitiera, pues luchar contra un equipo con el recorrido de las azulgranas, actuales campeonas de los torneos europeo y local, con ayudas similares, harían que la labor fuese prácticamente imposible.
Las guerreras merengues sabían perfectamente que, en igualdad de condiciones, cualquier cosa podía pasar. No solo estaba el hecho ya comentado de la ida. En la Supercopa, también ofrecieron una feroz resistencia, que solo pudo quebrarle la Balón de Oro y The Best, Alexia Putellas, en el 91’. En la Primera Iberdrola, también tuvieron una gran actuación en el primero de los dos encuentros, cuando pudieron ganarles una de las dos mitades. Y a ello se aferró la delantera y líder goleadora del equipo, Esther González, cuando en la previa declaró: “Vamos a luchar hasta el final […] Estamos deseosas de que llegue ese momento. Será un gran escenario y son unos cuartos de final de la Champions. Vamos a luchar hasta el final para lograr llevarnos ese partido. Al final, nos preparamos para encuentros ante este tipo de rivales y hay que competir todo lo que se pueda”.
El técnico también apeló a lo sucedido en los anteriores cotejos: “Jugar tanto contra el Barça es una muy buena oportunidad para acercarnos. Hemos tenido bloques muy buenos en los que hemos estado muy cerca. Ellas también sienten que podemos competir de tú a tú […] Las chicas están muy ilusionadas y convencidas de que pueden competir bien […] Somos un equipo difícil de batir, difícil de hacerle gol y luego tenemos capacidad para generar. Hemos mejorado mucho en el colectivo y seguramente el plan de mañana lo ejecutaremos bien […] Sabemos que delante tenemos un muy buen rival y vamos a tener que hacer un partido casi perfecto”.
Ivana Andrés, fue otra de las jugadoras que habló y aprovechó para referirse a la escogencia del Camp Nou, por parte de sus rivales. La capitana valenciana quiso restarle importancia al asunto: “Nunca he tenido la suerte de poder jugar delante de tantas personas. Pero creo que nos tenemos que olvidar de lo que es el escenario, centradas en el juego y planteamiento de partido. Estamos tan metidas que el ambiente es algo extra que no tiene que afectar”.
Bajo este escenario previo, el técnico del conjunto blanco armó una convocatoria con 20 jugadoras. En el apartado de las ausencias, estuvieron las mismas tres de los últimos encuentros: Kaci, Asllani y Marta Cardona. Asimismo, incluyó a las canteranas Ariana Arias y Marina Salas. A partir de ahí, su once inicial quedó conformado por: Misa, Lucía, Peter, Ivana, Svava, Oroz, Teresa, Zornoza, Olga, Esther y Athenea. Por su parte, el Barcelona viajó con una lista de 21 jugadoras. Su técnico, Jonatan Giráldez, ofreció una alineación con: Paños, Torrejón, Paredes, Mapi, Rolfö, Guijarro, Aitana, Alexia, Hansen, Pina y Hermoso.
Comenzó el partido con un Barça que salió con la intención de hacerse con el balón. Al primer minuto, ya tuvo su primer saque de esquina, sin consecuencias. Al Madrid le costaba encontrar el esférico y en los primeros cinco minutos no lograba atravesar la línea del mediocampo. Con Esther como jugadora más adelantada, Toril presentó dos líneas de cuatro muy juntas para defenderse y buscar el contragolpe. Planteamiento muy diferente al de la ida, donde se hizo con la posesión y el control del juego durante toda la primera mitad. Al minuto 7’, Mapi ensayó un disparo que a todos, incluyendo Misa, les pareció un centro, pero el balón cambió de dirección y se internó en el arco. Al igual que en la ida, un gol del conjunto local en el mismo minuto. La eliminatoria se le alejaba a las guerreras merengues.
Lucía vio la amarilla en el 10’, tras trabar a Pina al borde del área. En el 14’, Olga ensayó un disparo que Paredes bloqueó con la mano dentro del área y la árbitra no dudó en pitar amarilla y penal. La propia sevillana se encargó de cobrar y convertir bajo la sonora pitada del Camp Nou, intentando meterle presión, pero sin éxito. Llegaba la igualdad y las esperanzas de revertir la historia volvían a las merengues.
Alexia Putellas, en el 24’, ensayó un disparo dentro del área que llevó angustia a las filas blancas. El balón salió muy elevado y volvía la tensa calma. Athenea reclamó, al 28’, un derribo sufrido a manos de Paredes, cuando se escapaba en veloz contragolpe. En la siguiente jugada, Hansen llegó al arco de Misa, pero no pudo definir.
El Madrid intentaba aplicar la presión alta cuando el balón estaba en campo contrario, pero el dominio era azulgrana. Una estrategia que no dejaba de ser peligrosa, pues cuando el Barça lograba superarla, las merengues lucían un poco descompensadas en defensa. El último minuto dejó una falta de Esther sobre Mapi, pero el cobro de Hansen salió demasiado elevado. La posesión cerró en un 70% para el conjunto culé, además del dominio en disparos, doce a dos.
La segunda parte comenzó con el Madrid tratando de presionar más arriba y, al 47’, Claudia Zornoza pilló a Sandra Paños adelantada y, con un disparo lejano, le batió para colocar arriba a las merengues. Conscientes del peligro que corrían, las azulgranas se fueron con todo al ataque y Aitana, en el 51’, además de Pina, en el 54’, revertían el marcador. El tres a dos, alejaba de nuevo la posible remontada merengue. Luego, al 62’, nuevo gol con suspenso, esta vez de Alexia Putellas. El balón superó a Misa y lentamente se colaba ante la impotencia de Ivana que no lograba detenerlo.
Nahikari y Møller entraron en el 65’, en lugar de Olga Carmona y Esther González. Tres minutos después, Pina lo intentaba de nuevo, pero su remate salió desviado. Al 70’, Hansen puso el quinto en el marcador. Los banquillos se movieron y Giráldez aprovechó para hacer tres cambios. Salieron Torrejón, Patri Guijarro y Hermoso. En su lugar, ingresaron Leila, Ingrid y Crnogorčević. Al 74’, se retiraron Peter y Svava, para que entraran Kenti Robles y Rocío Gálvez.
En el 80’, salió Claudia Pina y entró Melanie Serrano. El Madrid no dejaba de luchar y Møller y Nahikari intentaban acercar el imposible marcador. La danesa desperdició una contra en el 84’, cuando su remate se fue muy elevado, tras llegar sola por banda izquierda. Dos minutos después, era Aitana la que fallaba.
Al 87’, se confirmaba por la megafonía interna lo que era un secreto a voces, viendo la cantidad de público presente en el Camp Nou. Con una entrada de 91.553 aficionados, se batía el récord mundial de asistencia para un partido de fútbol femenino. Rocío cortaba una internada con mucho peligro al filo del 90’. Putellas vio la amarilla en la siguiente jugada por simular una caída en el área. Dos minutos de añadido dejaron el marcador sin movilizar.
El Madrid se marchó de Barcelona con buenas sensaciones. A lo largo de los 180 minutos de la eliminatoria, plantó cara y llegó a dominar varios pasajes de los encuentros. Su incursión europea culmina con nota alta, tras caer en cuartos de final, a donde llegó, apenas, en su primer año de existencia. Ahora, resta completar la remontada en el torneo local para certificar su participación en la próxima edición del torneo.