Mingueza salvó al Celta de la derrota en el tiempo de añadido ante una Real Sociedad que suma su segundo empate en la temporada.
Vascos y gallegos se enfrentaron en el Reale Arena para abrir la jornada dos del sábado. Rafa Benítez reservó a Gabri Veiga en el banquillo, en medio de los rumores sobre su salida al Nápoles, y confirmando la presencia de Hugo Sotelo como titular. Imanol alineó a Barrenetxea de inicio para suplir a Oyarzábal, y le salió bien al míster txuriurdin, ya que fue el encargado de abrir el marcador, no obstante, no sirvió para ganar el partido, ya que Mingueza silenció San Sebastián con un gol en el descuento para firmar tablas en el marcador.
Primera parte dominada por la Real Sociedad
El partido tuvo un comienzo eléctrico, debido a que en los primeros minutos ambos tuvieron el gol muy cerca en sus llegadas a portería rival. Con el juego asentado, fueron los locales quienes se impusieron en el verde. El Celta no pisó el campo rival, y trató de impedir que los balones se colasen en su área, pero la insistencia de la Real Sociedad fue clave para desequilibrar el encuentro.
Por el flanco derecho llegó la jugada, que desde las botas de Kubo, acabó en gol. El centro del delantero nipón pasó de largo en el área pequeña para que Barrenetxea cabecease ante un Iván Villar descolocado para adelantarse en el electrónico. El gol de Barrenetxea fue la guinda de su actuación en el partido, derrochando confianza y calidad por su banda, haciendo que su equipo se marchase al vestuario por delante. Antes del descanso Bráis Méndez rozó el segundo gol en un disparo de la frontal, pero la madera lo evitó.
El Celta se salva en la segunda mitad
Tras la reanudación del juego, el Celta salió recompuesto y activo, y avistó varias veces el área rival. Álex Remiro avisó en los primeros disparos que no iba a ser fácil traspasarle, y nada más lejos de la realidad, el guardameta blanquiazul desesperó al elenco de Rafa Benítez, que poco a poco fue metiendo el miedo en el cuerpo a los de San Sebastián.
De vez en cuando, algunos rayos de inspiración caían sobre el rostro de los blanquiazules, que también buscaron otro gol más, el de la tranquilidad, sin embargo, el tiempo transcurría y la superioridad celtiña acabaría haciendo efecto. Los pupilos de Imanol Alguacil pensaban en aguantar el resultado, pero la acumulación de jugadores vestidos de granate al borde del área acabó culminando en gol de Mingueza que batió a Remiro tras un rechace en el área pequeña.
Los vigueses consiguieron evitar la derrota y sumar un punto valioso, para continuar la escalada en la competición. Mientras tanto, la Real recibe un jarro de agua fría tras el gol en contra y se le escapan los primeros tres puntos, volviendo a sumar otro punto que sabe a poco.