Las medidas contra el coronavirus no se están haciendo esperar. Los principales gobiernos afectados han decidido acabar con las principales actividades que puedan provocar la masificación de personas. Es por ello que las actividades deportivas han quedado clausuradas hasta un próximo aviso.
Las principales asociaciones deportivas se han reunido para valorar y determinar la continuidad de ellas. Con Italia como referente, ha sido la RFEF la que siga los mismos pasos, acabando con el fútbol español de todas las divisiones. El objetivo de tales cancelaciones no es más que el de evitar que dicho virus se extienda lo máximo posible.
En cuanto a las competiciones europeas, la UEFA ha determinado que ciertos partidos no se deben disputar por precaución. Ya lo han hecho con los partidos entre Sevilla-Roma e Inter-Getafe, y lo harán con los de la próxima jornada de Champions League.
Oficialmente, los partidos del martes 17 entre Juventus-Olympique de Lyon y Manchester City-Real Madrid quedarán indefinidamente aplazados. Son los del miércoles los que siguen en pie a falta de un comunicado oficial que determine lo contrario. El FC Barcelona tendría que recibir a los de Nápoles en casa, opción que no se baraja desde ambos clubes por el cierre de fronteras de Italia y la cuarentena que se está llevando a cabo en el país del mediterráneo.
Este próximo martes, se llevará a cabo una reunión extraordinaria entre los miembros de la UEFA para suspender toda la competición. La asociación europea de fútbol priorizará la salud de los aficionados y de los propios deportistas, teniendo que cancelar definitivamente la actual Champions si fueres necesario. De este martes saldrá una decisión que marque el rumbo del fútbol internacional, en una imagen que quedará para la historia.