|CRÓNICA| Barça 1-1 Eibar: Descafeinado empate para cerrar un año terrible

Viene como anillo al dedo aludir a la expresión latina ‘annus horribilis’ para describir a este Barça. Uno de los años más tristes que se recuerdan en Can Barça se ha culminado con un triste empate que no hace más que alejar La Liga y agrandar la crisis en la que anda sumida el cuadro blaugrana desde que comenzó este 2020.

El club decidió dar más descanso a Messi y alargar sus vacaciones con respecto a los demás integrantes del club. El argentino fue baja para el último encuentro del año frente al equipo armero y seguramente fue una nefasta decisión por ambas partes.

Un Barça huérfano de líder dio su brazo a torcer nuevamente en casa ante un bravo Eibar que incluso pudo ganar. Aquellos que siguen pensando que los de Koeman juegan mejor sin Messi pueden ir escondiéndose bajo el árbol navideño.

Alineaciones:

Lo que funciona no se toca, o eso pensó Koeman. El técnico neerlandés vio cómo daba con la tecla tácticamente ante el Valladolid, donde decidió probar con tres centrales. El experimento surtió efecto y decidió repetir para este partido. Pero no fue suficiente esta vez y las causas tenían nombre y apellido: Leo Messi y Jordi Alba.

Ambos se quedaron fuera y Koeman volvió a dar un comodín a Junior y Griezmann, los cuales no respondieron ni tampoco se les espera. Por tanto, el Barça salía con: Ter Stegen, Dest, Lenglet, Araújo, Firpo, Pjanic, De Jong, Pedri, Griezmann, Mingueza y Braithwaite.

Por su parte, Mendilibar perdió a dos jugadores fundamentales como son Bryan Gil y Arbilla para este encuentro. Unas bajas muy sensibles para las que el técnico tendría que buscar dos recambios fiables, una tarea nada fácil.

Así salía el cuadro armero en busca del triunfo: Dmitrovic, Pozo, Burgos, Bigas, Soares, Sergio, Diop, Inui, Expósito, Kazdior y Kike García.

El Partido:

Comenzó fuerte el partido el conjunto azulgrana, adueñándose de la posesión y buscando la portería rival constantemente. Se preveía una noche tranquila en Can Barça con Messi como espectador de lujo en las gradas. A los pocos minutos de partido, un claro penalti sobre Araujo parecía comenzar a decantar la balanza.

Pero Braithwaite erró. El delantero no aprovechó la ocasión y su lanzamiento ni siquiera fue entre los tres palos. Fue entonces cuando probablemente más se echó en falta a Leo. Sin embargo, los locales siguieron intentando buscar el gol con unos buenos minutos.

Se le negaba la portería a Braithwaite, que marcó minutos después de su fallo en un intento de redimirse, pero en fuera de juego. No encontraba la manera un Barça que con el paso de los minutos se iba apagando tras verse falto de ideas. Se llegaba así al final de una primera mitad en la que el conjunto armero apenas tuvo protagonismo.

Mendilibar olió la sangre y la debilidad culé y optó por un equipo más ofensivo de cara a la segunda mitad, en la que vimos más de lo mismo. Un Barça cada vez más apagado seguía monopolizando la posesión, pero faltaba claridad en ataque. El Eibar aprovecharía esas dudas en un error clamoroso de Araujo que cazó Kike García para hacer el primero.

Volvían los fantasmas al Camp Nou, esos que nunca se han terminado de ir. Tocaba volver a remar en casa por tercer partido consecutivo. No tardó en reaccionar el Barça, que a través de Dembelé conseguía el empate pocos minutos después.

No fue suficiente la arenga local final para maquillar otro partido horrible del equipo, que ve cómo se aleja cada vez más de La Liga. El gesto negador y desesperado de Messi al final del encuentro plasmó el sentimiento de una afición que despide a siete puntos del líder uno de los años más desastrosos que se recuerda en la historia moderna de su club.

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