El Barcelona y el Sevilla han disputado la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Los hispalenses llegaban con una ventaja de dos goles, mientras que los azulgranas soñaban con igualar el marcador del Sánchez Pizjuán en liga hace cuatro días.
Alineaciones
El Barcelona salió con: Ter Stegen, Mingueza, Piqué, Lenglet, Dest, Jordi Alba, Busquets, De Jong, Pedri, Messi y Dembélé.
Koeman repitió el once que le hizo sumar tres puntos importantes en la lucha por el campeonato nacional. El técnico holandés volvió a apostar por una línea de tres centrales para dar amplitud a Jordi Alba y Dest. Cabe destacar la recuperación de Pedri, que se marchó con molestias en el anterior partido.
El Sevilla inició el encuentro con: Vaclik, Aleix Vidal, Koundé, Diego Carlos, Acuña, Fernando, Óliver, Jordán, Suso, En-Nesyri y De Jong.
Lopetegui cambió totalmente su equipo. Solo cuatro jugadores repitieron en el once. Cambio en la portería por una molestias en el dedo del pie de Bono. También, los laterales a destacar la vuelta de Acuña tras un mes de lesión. Además, como novedades la suplencia de Rakitic, la recuperación de Suso y el esquema del técnico hispalense con dos arietes arriba.
Partido
El Sevilla comenzó presionando arriba al Barcelona, dificultando la salida de los azulgrana. Sin embargo, la primera ocasión fue generada por Dembélé, aunque su disparo se marchó por encima de la portería. En los minutos siguientes hubo tres llegadas del Barcelona de manera consecutiva, dos más del francés y la otra de Busquets, donde Vaclik atrapó el balón. En su cuarta ocasión, Dembélé sorprendió al guardameta checo con un lanzamiento a la escuadra para acercar en la eliminatoria a los azulgranas. El Sevilla respondió con un disparo flojo de Alex Vidal, que atrapó sin problemas Ter Stegen. A la media hora, en una jugada ensayada Messi puso un buen balón a Pedri, que lo lanzó desviado de la portería de Vaclik. Un minuto después, se cambiaron los papeles, el canario asistió y el argentino remató, pero Acuña la sacó debajo de los palos.
Una primera parte que acabó con ventaja para el Barcelona en el partido, pero para el conjunto hispalense en la eliminatoria. Un Sevilla, que salió con una presión alta, aunque los de Koeman cuando llegaban generaban mucho peligro, el que más causó fue Dembélé, que anotó un auténtico golazo. Tras el gol, el resto de la primera parte fue de dominio absoluto de los azulgranas, pero sin claras ocasiones.
La segunda parte comenzó con tres cambios del Sevilla, se marcharon Aleix Vidal, Acuña y Luuk de Jong y entraron en su lugar Jesús Navas, Rekik y Rakitic. Estos segundos 45 minutos con más balón de los andaluces, pero sin llegar a crear ocasiones. A falta de media hora del final, volvió Ocampos tras su lesión. Mientras Koeman, dio entrada a Griezmann por Dest, cambiando el esquema del Barcelona a 4-4-2. Jordi Alba mandó el balón al larguero, tras un buen centro de Dembélé. Poco minutos después, Ocampos provocó un penalti cometido por Migueza, pero el portero alemán se hizo grande y le adivinó el lanzamiento para mantener vivo a su equipo. Los dos equipos hicieron cambios de cara al tramo final, en el Sevilla entró Papu por Suso, en el Barcelona, Junior e Ilaix por Busquets y Mingueza.
Encerrado el Sevilla atrás en los últimos minutos de partido, los de Lopetegui aguantaron a un Barcelona que no dejaba de insistir. Entonces, Koeman dio entrada a Trincao y Braithwaite. Minutos, después, una falta de Fernando dejaba al Sevilla con uno menos. En el último minuto de descuento Gerard Pique, empató de cabeza tras un centro de Griezmann. Un tanto que forzaba la prórroga.
La prorroga arrancó con dominio de los de Koeman, y en el minuto cinco de la primera parte de este tiempo extra, Jordi Alba centraba un balón que remataba Braithwaite para acercar a su equipo en la final. «Dicen que nunca se rinde» y el Sevilla hizó honor a su himno contestando al tercero del Barcelona con dos buenas llegadas al área. Minutos después, se pediría un penalti para el Sevilla por una mano de Lenglet, pero el VAR tras revisarlo decidió no pitarlo. Munir entró en el inició de la segunda parte de la prórroga. Para terminar el partido, no paro de intentarlo el Sevilla, pero murió en la orilla tras un Barcelona, que hizo un partido muy completo para remontar la eliminatoria y plantearse en la final.