Partido trascendental para recuperar sensaciones y volver a la senda de la victoria para los de Quique Setién. Después de la eliminación en la Europa League y los resultados de la mayoría de competidores por los puestos europeos, los tres puntos eran de extrema necesidad.
Setién salía con muchos teóricos suplentes pensando en el encuentro de Copa del Rey contra el Valencia CF. La defensa, con muchas novedades y con Sergio León en la punta de ataque.
El partido empezó con un Valladolid muy intenso buscando hacer daño por las bandas y generar miedo a un Betis que venía tocado del duelo entre semana.
Los de Setién, por su parte, buscaban atacar la espalda de la defensa pucelana aprovechando la velocidad de Sergio León.
Los verdiblancos encontraban problemas para asentarse en campo rival y sufrían mucho para defender la subida de los laterales con los extremos.
En una acción desafortunada Barragán se lesionó en su pié y tuvo que ser sustituido por Guardado para que ocupara el carril izquierdo y Francis pasara a la derecha.
Lainez también recibió un duro golpe del que le costó recuperarse. Pero posteriormente, se hizo con los galones del equipo y estuvo a punto de marcar su primer gol en LaLiga con un disparo lejano que desvió Masip.
Minutos después provocó la falta que desencadenó en el primer gol bético tras un centro de Canales y un remate de Feddal que la colgó al área para que Mandi, con una acrobática chilena, mandó el balón al fondo de la red en el tiempo añadido de la primera mitad.
Tras el descanso, Joaquín entró por Diego Lainez que no pudo continuar tras el duro golpe.
El Betis encontraba más comodidad para salir con el balón jugado pero le costaba llegar al área rival.
La entrada de Daniele Verde dio más profundidad y dinamismo al Real Valladolid y en un saque de esquina, Sergi Guardiola con un testarazo estuvo a punto de empatar el partido pero Pau López respondió con una estratosférica parada.
Con el paso de los minutos el Real Betis cada vez sufría más y era incapaz de salir de su propio campo.
El partido se hacía eterno, el sufrimiento para los béticos iba creciendo minuto a minuto, pero en una magnífica conducción de Canales por banda derecha permitió asistir a Joaquín para que anotara a placer.