El ‘ingeniero’ – Capítulo 5: La mente de un líder

Una vez finalizada la temporada 2019/2020, ha quedado en evidencia que el Real Betis necesitaba un líder. Un entrenador capaz de ser la cabeza visible de un proyecto que va sin una dirección alguna. Con la llegada de Manuel Pellegrini a Heliópolis, el conjunto verdiblanco garantiza cubrir ese puesto con un técnico experimentado y con la mente de un líder.

Sin ser un entrenador con mano dura, trata de hacer ver al futbolista el compromiso que debe tener por el escudo que representa. Y que cualquier acción que haga, aunque él no la prohiba, puede acarrear una pérdida de la titularidad o falta de minutos. Porque sabe lo que representa el club para un aficionado y pide al jugador que actúe en consciencia.

El jugador debe estar predispuesto al trabajo para poder rendir al máximo nivel, por encima de lo que se espera de él. Mejorar el rendimiento que había demostrado con su anterior técnico es uno de los objetivos que se marca cuando llega a un equipo, aunque para que un jugador destaque a nivel individual requiere de un gran rendimiento a nivel colectivo.

Finalmente, exige respeto. Respeto por la profesión, sus compañeros, el rival y la afición.

Su pasado como estudiante de ingeniería, le han convertido en un técnico muy metódico y con una forma de trabajar muy definida. Trabaja con mucho orden, pero da libertad a sus futbolistas en el ataque. Porque más allá de la táctica está la técnica. Un entrenador puede crear mecanismos, pero si el futbolista no es capaz de enviar un centro preciso y el delantero de realizar la volea correctamente, la jugada no finaliza en gol. Es por ello que la precisión es la clave para poder llegar este y, por ello, a la victoria. El entrenador puede poner las herramientas, pero es el futbolista quien finalmente debe tener una técnica exquisita para que lo diseñado por el entrenador se plasme sobre el terreno de juego.

En este Real Betis, su liderazgo debe despertar a un vestuario que necesita orden. Nadie duda de los conocimientos tácticos de Rubi, ni de su incansable trabajo, pero sí ha demostrado que a nivel de liderazgo deja bastante que desear. La plantilla del Real Betis Balompié nunca creyó en él, ni desde un principio como llegó a confesar en rueda de prensa tras una derrota ante el Granada que toda la plantilla no iba al mismo rumbo. No era capaz de convencer a los jugadores que su método era válido y que les acercaba a la victoria, porque ni tan siquiera estas llegaron de forma regular.

Es por ello que el papel de Manuel Pellegrini a nivel psicológico se antoja esencial. Desde un primer momento deberá elegir las piezas para poder trazar una hoja de ruta. Futbolistas que sean capaces de afrontar momento difíciles y tirar del equipo, porque necesita de jugadores con carácter, capaces de ayudarle en su labor dentro del vestuario.

El fútbol en un 70% es psicológico, y sino que se lo pregunten a Zinedine Zidane que ha logrado levantar a una plantilla que la pasada temporada no daba muestras de vida, llegando incluso a hacerse con el título liguero. En el otro lado de la balanza está el ex entrenador del Real Betis, Quique Setién, que ha perdido la confianza del vestuario del FC Barcelona, si en algún momento la llegó a tener, y se ha demostrado en los resultados cosechados, perdiendo LaLiga pese a ser líder en su llegada.

Su trabajo en ese aspecto marcará el futuro del Real Betis. Porque la actual plantilla no es tan mala como se dice actualmente, ni era tan buena como se hacía creer al principio de temporada. El Real Betis tiene futbolistas para luchar más allá de la salvación.

En el Villarreal vimos la que seguramente fue su mejor etapa como entrenador en el fútbol europeo. Fue capaz de liderar un vestuario que salía a los encuentros con la confianza de que le podía ganar a cualquiera. La intensidad en su juego, era acorde con los resultados que lograba, sacando el máximo rendimiento a unos futbolistas que, por condiciones, no eran mejores a algunas plantillas por debajo en la clasificación.

El liderazgo de Manuel Pellegrini debe ser la base para relanzar el proyecto del Real Betis y que la próxima temporada, que vuelve a ilusionar a los béticos, se convierta en una realidad. Aunque, por supuesto, llegarán momentos donde la corriente trate de empujar con fuerza en el sentido no deseado, y los futbolistas junto al cuerpo técnico deberán remar con fuerza para cumplir con los objetivos.

El ‘ingeniero’ – Capítulo 4: Con cuatro atrás

La llegada de Marc Bartra al Real Betis en el mercado invernal de 2018 cambió de forma radical a un Real Betis que, con Quique Setién en el banquillo, no lograba arrancar. El técnico cántabro trató de hacerle un hueco al central catalán y solventar los problemas defensivos que había sufrido el equipo, con una defensa de cinco.

Los resultados fueron difíciles de mejorar, el equipo logró una racha de victorias que le permitió clasificarse para puestos europeos de forma inesperada, logrando el récord de porterías imbatidas consecutivas. El cambio de esquema había permitido a un Betis que no terminaba de cuajar ser uno de los mejores equipos de la segunda vuelta.

Con Rubi se volvió a la defensa de cuatro, aunque empezó a dar hueco a un Edgar que alternaba la posición de central con la de mediocentro en función de la situación del encuentro. De esta forma permitía al equipo protegerse de las subidas constantes de los laterales. Pero la solución no fue efectiva, y el equipo enseguida se volvió a hundir para convertirse en uno de los equipos más goleados de LaLiga, como viene siendo habitual en las últimas temporadas.

Con la llegada de Manuel Pellegrini se espera una defensa de cuatro, pero con futbolistas de un determinado perfil. En todos sus equipos ha optado por centrales corpulentos, capaces de ganar muchos duelos. Futbolistas que incomodasen al delantero rival y fueran contundentes. Un perfil que, a excepción de Zou Feddal (pese a que es demasiado impulsivo y propenso al error), no reúnen los defensas del Real Betis.

Con una defensa tan adelantada y acumulando a un gran número de hombres en ataque, contar con futbolistas de ese perfil se convierte en una garantía para evitar que puedan recibir los atacantes y realizar ataques, anulándoles.

El mercado de fichajes debe ir encaminado a buscar un perfil que se adapte a las exigencias de su técnico. Que no requiere de centrales tan técnicos para sacar el balón jugado, pues no trata de sacar el balón jugado en caso de presión del rival, sino que busca ganar las segundas jugadas con balones a los delanteros.

No sería de extrañar que futbolistas importantes en el vestuario verdiblanco, como Aissa Mandi o Marc Bartra, hiciesen las maletas para renovar una zaga que, junto a la portería, han rendido a un nivel demasiado bajo.

En el caso de los laterales, cuenta con dos lanzas por ambos lados, más preocupados de atacar que de defender. Todos ellos son aptos para su estilo, aunque está por ver si se buscan alternativas de otro perfil para trabajar en un equipo más compacto.

Carriles exteriores libres para los laterales. El resto de atacantes por carril central.

En el West Ham, apenas llegaban a línea de fondo, guardando siempre a cuatro futbolistas atrás para protegerse de un posible contragolpe. Mientras que en equipos como Villarreal, Málaga y Real Madrid les dio mayor libertad para incorporarse al ataque, acumulando a los jugadores más creativos por el carril central y liberando las bandas para las subidas de estos.

En su línea de cuatro trabaja una serie de mecanismos para tratar de evitar contragolpes del rival, aunque muchas veces exponiendo demasiado a su equipo. Es por eso que busca centrales que en campo abierto sean capaces de ganar duelos.

Cuando un futbolista recibe entre líneas, el central más cercano salta al jugador con balón, para achicar espacios y los otros tres componentes de la línea defensiva se cierran más atrás. Este movimiento impide al poseedor del balón pensar demasiado, forzando la pérdida de balón. Por ese motivo, centrales como Marc Bartra o Mandi, que esta temporada se han visto superados en numerosas ocasiones por regates del rival, se presentan como futbolistas con poco encaje en el equipo de Manuel Pellegrini.

Uno de los centrales va al duelo aéreo. Lateral y central contrario se repliegan para cerrar espacios.

Este movimiento también es propio en los centrocampistas, sobretodo en pérdida en campo rival, donde los dos pivotes saltan al jugador con balón, cometiendo falta o forzando la pérdida para evitar contragolpes cómodos al rival. En ocasiones, con los laterales que han ganado altura, sus equipos dejan espacios para que los extremos busquen el espacio.

Jugadores próximos al poseedor del balón van a forzar la pérdida, saliendo a achicar espacios.

A nivel defensivo, a excepción de su etapa en el West Ham, ha sido un entrenador atrevido. Con un bloque medio-alto y buscando la pérdida del rival. Con un perfil de centrales muy definido y que no casa con la plantilla actual, el nuevo Director Deportivo deberá buscar las piezas ideales para un puzzle que no encaja hasta el momento.

El ‘ingeniero’ – Capítulo 3: El guardián y el guerrero

La mejor noticia para el Real Betis después del confinamiento es el rendimiento de Guido Rodríguez con la elástica verdiblanca. Tras su llegada en el mercado invernal, el centrocampista argentino se vio sin oportunidades para demostrar su valía. Sin embargo, tras la marcha de Rubi, ha disputado todos los encuentros como titular, siendo el ‘guardián’ de Alexis Trujillo.

Todo hace indicar que su importancia irá en aumento y que, con Manuel Pellegrini al frente del Real Betis, el pivote en el once titular tiene nombre y apellido: Guido Rodríguez.

En su habitual 4-4-2, el técnico chileno apuesta por dar equilibrio al equipo con dos mediocentros trabajadores y sacrificados: un guardián y un guerrero. La labor del guardián no es otra que proteger al equipo en transiciones defensivas, de ser ese futbolista que ayude a la línea de cuatro. Y no hay futbolista en la plantilla verdiblanca que encaje mejor que el ex de América. Sus condiciones reúnen los requisitos para destacar en un puesto que hacía años que el Real Betis carecía de un futbolista de garantías.

Javi García, en su primer año, realizó esta labor, sin demasiada continuidad y con un futuro que, a día de hoy, parece estar lejos de Heliópolis, pese a que Pellegrini lo tuvo a sus órdenes en aquel Manchester City campeón de la Premier League. Guido es un futbolista con mayor recorrido, capaz de transitar de forma rápida, con despliegue físico y capacidad de recuperación. Un salvaguardas para la portería verdiblanca.

Noble – Rice, Fernando – Fernandinho, Lass – Gago, Toulalan – Iturra, Marcos Senna – Bruno. Todas ellas parejas de muchísimo trabajo y sacrificio con las que ha contado ‘el ingeniero’ en sus anteriores etapas, dando mayor libertad a los jugadores de banda y delanteros para moverse por el carril central en caso de pérdida de balón.

Porque aunque la propuesta de Pellegrini es ofensiva, requiere de futbolistas con otros perfiles. Jugadores con mucho recorrido y sacrificados para poder liberar a los atacantes.

Pero ese guardián necesita de un guerrero, que pelee en el campo de batalla. Un futbolista todoterreno, que abarque muchos metros. Capaz de incorporarse al ataque, pero transitar rápidamente a posiciones defensivas para proteger al equipo. Un pulmón. Y para ese puesto Andrés Guardado es el futbolista que mejor casa. Su veteranía y trabajo le convierten en un futbolista idóneo para un rol así, pero sus constantes lesiones unidas a su edad le alejan de ser ese futbolista titular indiscutible que dispute casi la totalidad de las jornadas ligueras.

Noble, con más libertad, realiza un desmarque de ruptura, mientras Rice más retrasado, está atento a una posible pérdida. Felipe Anderson, para un rechace.
Rice libera espacio para que Noble pueda recibir en apoyo. Movimientos constantes de los mediocentros para generar espacios. En Villarreal era Marcos Senna ese futbolista que realizaba constantes desmarques de ruptura para estirar el equipo y generar arrastrar a rivales.

William Carvalho, como se vio ante el Atlético de Madrid en el Wanda, puede ser un buen acompañante para Guido Rodríguez, pero su futuro está en el aire tras la necesidad reconocida de hacer caja para reforzar algunos puestos.

Probablemente, la dirección deportiva del club, junto al esperado director deportivo, deberán recurrir al mercado en busca de un futbolista que encaje en ese rol.

En Villarreal, sin extremos para optar por dos interiores con total libertad, en una especie de 4-2-2-2, uno de los pivotes, como era Bruno Soriano, ayudaba en la salida con una línea de tres, proyectando a los laterales. El otro pivote se situaba entre la defensa y los jugadores de ataque, que se situaban cerrados para dejar los carriles exteriores para la subida de los laterales. Libertad total para los dos delanteros y los interiores, para conectar en espacios reducidos y finalizar las jugadas.

Bruno lateraliza su posición para ayudar en la salida de balón. Marcos Senna más adelantado para fijar al rival y permitir a los jugadores de ataque libertad de movimientos.
Los dos interiores y delanteros moviéndose por el carril central con libertad de movimientos, laterales proyectados en ataque y Marcos Senna atento a una posible pérdida.

En West Ham, careció de futbolistas de este perfil, para asociarse en carril central a pierna cambiada y que sus laterales alcanzasen posiciones de ataque. Siendo un equipo más previsible y que tenía más problemas para asentarse en campo rival.

En Heliópolis se va a encontrar con futbolistas de un perfil más parecido al que se encontró en su primera etapa en LaLiga con el submarino amarillo. Donde podrá ejercer una presión más adelantada y asentarse en campo rival, como ha venido haciendo el equipo en las últimas temporadas.

El guardián y el guerrero del Real Betis están por decidirse, pero todo hace indicar que Guido Rodríguez será uno de los ocupantes de ese doble pivote. El otro, una incógnita.

El ‘ingeniero’ – Capítulo 2: A sus pies, Nabil

El mejor fichaje para el Real Betis Balompié 2020/2021 no es otro que garantizar la continuidad de Nabil Fekir. Con el fichaje de un nuevo técnico y, pese a no cumplirse el objetivo para la presente temporada, el campeón del mundo debe ser, junto a Sergio Canales, el comandante de este nuevo Betis.

Existen pocos entrenadores que den espacio a un ’10’ en sus onces. En un fútbol cada vez más estructurado y donde se restringe la libertad, la tradicional figura de ‘diez’ ha ido desapareciendo en favor del interior, más disciplinado. Sin embargo, Manuel Pellegrini trata de dar total libertad a sus jugadores ataque creando una fuerte conexión entre los interiores en banda y los delanteros.

Y para una de esas posiciones no hay mejor nombre que el de Nabil Fekir. El francés es uno de los futbolistas más diferenciales de LaLiga y así lo ha demostrado en su primera temporada en España en un equipo con más sombras que luces. Irregular, pero determinante en sus acciones, el ex del Lyon es uno de los futbolistas más talentosos que han vestido la verdiblanca.

Con libertad de movimientos y cerca del área rival, se espera que explote todo su potencial, que en algunos encuentros ha quedado escondido en la sombra por culpa de un equipo que no le ofrecía aquello que él necesitaba.

Nabil Fekir será ese futbolista que lidere el ataque. Que trate de esquivar las marcas y activar al equipo en campo contrario. De aprovechar los espacios liberados por los movimientos de los centrales. De ser creativo. De lanzar contragolpes. De enviar pases milimétricos. En definitiva, de ser ese ’10’ tan poco habitual en los sistemas actuales y que tan diferencial es. Todo ello sin olvidarse de tareas defensivas, donde deberá ofrecer disciplina para tratar de cerrar espacios interiores y activarse para presionar en campo contrario.

En ocasiones el mediapunta cae a zona de interiores, donde participa más en la elaboración. En este caso es Lanzini, que actúa como ‘falso’ interior.

Pero para ello necesitará la ayuda de su acompañante, Sergio Canales. Un binomio que ilusionó a los verdiblancos a principios de temporada, pero que no se han acabado de encontrar en ningún momento. Para ello, Manuel Pellegrini le tiene guardada una posición, el interior diestro. Aquella que ocupó Silva en su Manchester City en algunos encuentros o Cazorla en el Villarreal. Un futbolista que, pese a empezar en derecha, se mueve por todo el frente de ataque, ofreciéndose como apoyo en cualquier lugar. De compaginarse con el mediapunta para trazar ataques rápidos.

David Silva, teórico extremo diestro, cae a banda contraria para realizar un desmarque de ruptura entre central y lateral.
Robert Pirès, extremo diestro, busca zonas interiores para recibir entre líneas y los dos delanteros se abren atacando el espacio. Ataques verticales.

Su conexión se prevé clave para aspirar a competiciones europeas. Y el Real Betis no puede permitirse otro año donde sus dos estrellas no se encuentren.

Con ‘Rubi’ al frente del banquillo verdiblanco, Sergio Canales ha estado más pendiente de sacar el balón desde atrás que de atacar la portería contraria. Era la solución a todo y a la vez a nada, porque pese a que el equipo le buscaba continuamente en todas las zonas del campo, sus tareas eran más propias de un mediocentro que de un mediapunta, donde realmente ha despuntado y ha marcado la diferencia.

Caído a banda derecha a pierna cambiada, buscando posiciones más interiores para no cortar la progresión de Emerson, se le abre un escenario ideal para repetir una temporada como la que culminó con su gran valedor, Quique Setién, al frente del Real Betis.

Queda por ver como sitúa a ambos futbolistas. Mientras que en LaLiga optó por dos puntas, en su última etapa en el West Ham, optó por retrasar a uno de los delanteros para que jugara como mediapunta. Aunque también daba libertad a los cuatro hombres de ataque para que llegaran todos al ataque y cubrirse de una posible pérdida con los defensas y pivotes.

Fue en el conjunto amarillo donde logró sacar el máximo rendimiento de su ataque. Siendo un equipo muy vertical e intenso, con una presión muy adelantada y con muchísima movilidad por parte de los hombres de ataque.

Un delantero más fijo y otro más móviles. Los interiores por zonas interiores para liberar los carriles exteriores para las subidas de los laterales.

Manuel Pellegrini liberará a ambos de la salida de balón, situándolos en zonas adelantadas y tratando de potenciar una sociedad que hasta el momento no ha cuajado, pero que tiene todo lo necesario para marcar un antes y un después en la historia del Real Betis Balompié. Queda por ver que roles les da a ambos futbolistas, si apuesta por dos delanteros móviles o con Fekir en punta. Lo que está claro es que les acercará al área rival y tratará de tejer redes para que ambos se encuentren de una vez por todas. El ataque del Real Betis pasará por sus pies y esto, es cuanto menos ilusionante.

El ‘ingeniero’ – Capítulo 1: El 4-4-2 como base

El ‘ingeniero’ – Capítulo 1: El 4-4-2 como base

Manuel Pellegrini llega al mando del Real Betis para liderar un proyecto que ha perdido el rumbo. Sin un capitán que dirija a la tripulación, la plantilla del conjunto verdiblanco trabajaba sin un objetivo claro ni una estructura definida.

Se espera que el chileno dé solución a todos estos problemas, evitando un giro radical en el camino que estaba siguiendo el club desde la llegada de Quique Setién a Heliópolis.

Tras la marcha del cántabro, se esperaba que Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ puliese a un equipo que, hasta ese momento hacía más cosas bien que mal. Sin embargo, el catalán, lejos de mejorar en ciertos aspectos al equipo, empeoró los registros que había cosechado Quique Setién al frente del Real Betis y, siendo aún peor, su equipo daba coletazos sin saber ni cuál era ni cómo se conseguía el objetivo.

Una temporada que, por más que le pese a Alexis Trujillo, no puede nombrarse como aprobada a pesar de evitar el descenso, ya que el Real Betis actual es peor a ese que dejó el actual técnico del FC Barcelona, que ya dejaba dudas en algunos aspectos.

Manuel Pellegrini llega a Heliópolis con un nuevo libreto, lejos quedan los 5-3-2, 4-3-3 y variedad de sistemas que han ido empleando los técnicos verdiblancos en las anteriores temporadas. El entrenador chileno tiene el 4-4-2 como base a su trabajo.

Sin embargo, se muestra totalmente abierto a la libertad de movimientos. Su 4-4-2 no es estático, más bien todo lo contrario. Si el extremo por derecha debería estar encarando al lateral, en el sistema de Pellegrini se encuentra buscando un balón entre líneas o dando apoyo al extremo contrario. Porque, como bien ha dicho el técnico en varias entrevistas, “el sistema no tiene importancia, lo importante es la idea futbolística”, y así es como trabaja con sus equipos.

La estructura defensiva acostumbra a situarse en 4-4-1-1, dos líneas juntas y adelantadas en un bloque medio-alto. Un delantero que trata de cerrar el cambio de banda, para encerrar al rival en un costado, mientras que el mediapunta cubre al pivote para que este no pueda recibir.

Felipe Anderson cubre el pase al pivote rival, Jorginho, y Michael Antonio, como delantero, cubre al central de lado contrario.
Yayá Touré como mediapunta cubriendo al pivote contrario y el delantero se empareja con un central. Misma estructura que en la imagen anterior.

Pese a ser un técnico que busca el control del partido a través del balón, trata de exponerse lo mínimo ante el rival, presionando en zonas avanzadas cuando la situación lo permite y tratando de forzar el error del rival en zonas intermedias, sobretodo durante su etapa fallida en el West Ham.

En ataque, difiere bastante del fútbol de Quique Setién, por más que se hable de un estilo continuista. El técnico chileno no quiere dormir el encuentro, ni defenderse a través del balón, sus ataques son vertiginosos, acumulando muchos hombres en área rival y buscando hacer daño con los dos extremos, además del delantero y ‘mediapunta’. Los laterales no se proyectan hasta que la jugada no queda pausada y el equipo se encuentra totalmente instalado en campo rival. De esta forma, se cubre de un posible contragolpe con su defensa de cuatro y el mediocentro más conservador. Así fue sobretodo en su última etapa al frente de los ‘hammers’, donde sus laterales apenas pisaron campo rival. Sin embargo, en etapas anteriores logró proyectarlos en zona de ataque, con figuras como Eliseu en el Málaga, Capdevila en el Villarreal, Marcelo en el Real Madrid…

Además, trata de evitar la salida de balón forzada desde atrás. Pocas veces arriesga en campo propio, buscando continuamente al delantero referencia y ganando la segunda jugada.

Los extremos, uno siempre a pierna cambiada, busca jugar por zonas centrales como segundo mediapunta, permitiendo proyectarse al lateral para generar situaciones de 2 vs 1 contra el rival en banda para mandar centros laterales acumulando muchos hombres en el área rival.

Centro lateral, un jugador corta en apoyo, dos buscan el remate y dos el rechace. Cargar el área para encontrar remates.

No obstante, al no cerrarse a un sistema, en ocasiones sitúa al mediapunta como ‘interior’ a más altura, convirtiéndose en un 4-3-3 o 4-1-4-1. En todos sus equipos ha tratado de sacar el máximo rendimiento a sus futbolistas y ofrecer un fútbol ofensivo y vertical, sin olvidarse de la defensa, aspecto que ha penalizado al conjunto verdiblanco en la última década, con cifras que le impiden luchar por puestos europeos.

Su línea de cuatro trabaja en conjunto, y los extremos, pese a realizar labores de ataque, bajan hasta altura de tres cuartos, a partir de ahí dejan la marca para atacar el espacio en caso de recuperación.

Su idea de juego encaja con el conjunto verdiblanco, sin embargo, requiere de algunas piezas que actualmente la plantilla del Real Betis no dispone. La labor del director deportivo, en consenso con el recién anunciado nuevo técnico del Real Betis Balompié, debe ir dirigida a garantizarle a Manuel Pellegrini un once de garantías para luchar por el objetivo, que no es otro que luchar por Europa. Todo hace indicar que será la última bala de Ángel Haro y Catalán, de no cumplir con el objetivo, su futuro penderá de un hilo.

Momento para reflexionar

Unidad. Unidad para lograr títulos. Unidad cuando el equipo estaba peleándose con equipos de Segunda en una liga que no le correspondía. Unidad cuando la desestabilidad en el club era insostenible. Unidad para salvar al Real Betis de su muerte. Las mejores páginas en Heliópolis han sucedido cuando la afición y el club han estado unidos.

Una afición que ha llevado en volandas a su equipo en los momentos complicados, que ha llorado en el Benito Villamarín cuando su equipo abandonaba la máxima división del fútbol español. Lágrimas que derramaban en el corazón de todos los béticos cuando el equipo se hundía sin tocar tocar fondo.

Lágrimas que pasaron a convertirse en sonrisas con la llegada de Serra Ferrer guiada por Haro y Catalán. Una felicidad que dejaba atrás todos los malos momentos del Real Betis. Aquellos que, desgraciadamente, han ocupado muchos años de la historia del club y que han servido para mirar al futuro con optimismo.

Serra Ferrer llegaba a Sevilla con la duda de cómo sería su paso. Su mala gestión en el Mallorca generaba ciertas dudas, pero nadie olvidaba que el de La Puebla era una de las trece barras de este equipo. Todas las dudas se disiparon en cuestión de semanas cuando a través de su gestión volvió a ilusionar al beticismo, que exhalaba un suspiro de relajación. Por fin el bético podía estar tranquilo, Serra Ferrer, que ya había traído una Copa del Rey a las vitrinas del Villamarín, volvía a tomar las riendas del equipo, esta vez desde la planta noble y en la dirección deportiva.

Un trabajo que en primera instancia iba a compartir con Miguel Torrecilla, este como director deportivo, pero que finalmente abandonó el club rumbó a Gijón.

Arriba Haro y Catalán. Para transformar a un Betis con desestabilidad económica, deportiva y ejecutiva. Un punto y final a los cambios de presidente constantes en un club que tenía como objetivo volver a situarse entre los grandes. Una labor llevada de la mejor forma en sus más de tres años en el club.

La gestión económica fue uno de sus primeros grandes hitos multiplicando el presupuesto año tras año. La promesa de la renovación de Gol Sur hicieron al bético confiar en su palabra. El Betis de los béticos y la resolución los problemas judiciales. Innumerables acciones que hacían crecer al club en su conjunto pero que necesitaba de la parte más importante, la deportiva.

10 de mayo de 2017. Fecha que marca un antes y un después en la historia reciente del Real Betis. Tras años de debacle deportiva y falta de un proyecto consistente, Serra Ferrer llega a Sevilla para volver a hacer soñar a los béticos. Su único objetivo, brindar a la hinchada lo que necesitaba.

Él conocía mejor que nadie la receta para alegrar a la afición. Y el binomio Serra Ferrer-directiva trajo al Betis un año para volver a sentirse grande. Volver a pasear la elástica verdiblanca por Europa y enseñar al mundo que el Real Betis va más allá de unos colores.

Serra Ferrer, logrando fichajes inesperados como Marc Bartra o Pau López además de los realizados por la directiva como Lo Celso y William Carvalho lograron internacionalizar a un Betis que ya no es el ‘patito feo’ de LaLiga y motivo de burla de algunas aficiones.

Un Betis que competía los derbis y los ganaba. Un Betis que llegaba a unas semifinales de Copa del Rey. Un Betis que respondía en San Siro ante la multitud desplazada. Y un Betis que generaba expectación en todo el mundo con victorias como la del Campo Nou o Santiago Bernabéu.

Serra Ferrer, Ángel Haro y López Catalán eran los principales artífices del despegue del equipo y de la remontada a nivel deportivo a otros clubes que le habían tomado ventaja.

Pero el club necesita seguir creciendo. Seguir ilusionando a la afición. Crear una base para el futuro, para que cuando aquellos ídolos de todos los béticos -entre ellos Serra Ferrer- ya no estén, que el club pueda continuar con el rumbo.

Director deportivo. Una labor que hasta el día de hoy han realizado los tres sin ocupar el cargo ante la vacante en ese puesto. Pero que para un equipo grande requiere de un equipo especializado y que permita llegar hasta todos los rincones del mundo. Un equipo de scouting que permita encontrar a las mejores promesas de la próxima década y anticiparse a los demás equipos. Fichajes que puedan generar plusvalías para mejorar la economía del club.

Un equipo con profesionales capacitados para estos cargos, que han necesitado de una exhaustiva preparación para poder llegar a equipos como el Real Betis y que en ocasiones no pueden porque son ocupados por exjugadores.

Una estructura en cantera para desarrollar una metodología. Para hacer valer la inversión de la nueva ciudad deportiva y que el Betis cuente con numerosos canteranos en su primer equipo. Aquellos que han sido criados con la verdiblanca, que entienden mejor que nadie qué significa el escudo y que encuentren una recompensa a su trabajo.

El Real Betis se encuentra en un momento delicado, con todo pendiendo de un hilo. Haro y Catalán buscan mejorar el área deportiva y quitar responsabilidades a un Serra que no podía realizar todas las tareas a la vez, entre ellas reforzar la cantera.

El club necesita de la unidad de su afición. De aquella que le había salvado en tantas ocasiones y que ha hecho de este club patrimonio de la ciudad. El beticismo les necesita a los tres. Y los tres nos necesitan a nosotros. Si no fuera por los béticos el club estaría desaparecido en los campos de barro de España, aunque nadie duda que no faltaríamos a la cita. Hagamos un Betis grande.

Tras Rubi, llegan los fichajes

Después de la oficialidad de Rubi como nuevo entrenador del Real Betis, se espera que el club verdiblanco empiece a cerrar algunos de los movimientos de este mercado de verano.

La llegada del nuevo técnico puede ser el desatascador de los primeros fichajes del Real Betis para la temporada 2019-2020. A parte también se tratarían las salidas de jugadores muy solicitados por su alto nivel mostrado en la pasada temporada.

Juanmi y Gerard Moreno sería dos de los futbolistas que llegarían a Heliópolis en busca de solventar los problemas de la falta de gol que condenaron al equipo y le imposibilitaron alcanzar mayores cotas. Ambos conocen la liga a la perfección y son garantía de goles. El delantero de la Real Sociedad ya tiene un acuerdo cerrado, mientras que por el segundo aún hay que seguir negociando.

Alex Moreno les podría acompañar. El lateral izquierdo del Rayo Vallecano, ha sido junto a Raúl de Tomás, el jugador más determinante y destacado del conjunto rayista. Sus constantes subidas por banda le han convertido en un jugador muy cotizado pero que con gran probabilidad, llegará al Real Betis para sustituir a Junior Firpo.

El canterano sería uno de los jugadores que se encuentran en la rampa de salida. Su gran actuación esta temporada, a pesar de las lesiones, y la necesidad del conjunto verdiblanco de vender para poder acometer fichajes de mayor altura le sitúan como el principal candidato a abandonar el club.

Lo Celso, además, también se espera que abandone tras un año de ensueño consiguiendo unos números, que la dirección deportiva no esperaba ni en el mejor de los casos. El Tottenham es uno de los clubes más interesados en su fichaje y, como ya adelantamos en InformaBetis, el Real Betis aceptaría una oferta que ronde los 80 millones de euros, siendo la venta más elevada de la historia del club.

La llegada de Rubi se convierte así en el inicio de un mercado que será clave para el devenir del proyecto verdiblanco y que permitirá buscar fichajes de mayor nivel con dos ventas que apuntan a ser históricas.

Foto vía: Rayo Vallecano

Así es Rubi, nuevo entrenador del Real Betis

Humildad. Compromiso. Aprendizaje. Trabajo. Más trabajo. Así se puede describir a Joan Francesc Ferrer, también conocido como ‘Rubi’, nuevo técnico del Real Betis Balompié. Una vida dedicada al fútbol donde en una ocasión, estuvo a punto de abandonar.

Criado en los campos de Tercera División, donde jugó algunos encuentros como jugador, el catalán empezó a dirigir a equipos de forma profesional. Trece años más tarde, se le presenta la mejor oportunidad de su vida, ser entrenador del Real Betis Balompié.

Una pasión que le ha acompañado toda su vida, incluso como él ha reconocido en alguna ocasión, no ha sido un alumno brillante en los estudios, su único objetivo era pasar los cursos con la mente puesta en el mundo de fútbol.

Después de una etapa en el Benidorm donde no logró el ascenso y ante la falta de propuestas para entrenar a un club, estuvo a punto de dejar su carrera como técnico para trabajar en su empresa familiar. Sin embargo, una llamada del Girona cambió su destino, donde le clasificó para los Play-offs de ascenso a Primera División pero no pudo ascenderlo tras caer en el último encuentro.

Su gran temporada en Girona despertó el interés a técnicos como Tito Vilanova (FC Barcelona) y Pep Guardiola (Bayern de Munich) para que formara parte de su cuerpo técnico. Finalmente, el de Vilassar de Mar se unió al proyecto blaugrana para entrenar a grandes futbolistas como Xavi, Iniesta o el mismo Leo Messi.

La muerte de Tito Vilanova, su principal valedor, hizo que, después de estar un tiempo con el Tata Martino, buscara un nuevo destino. Rubi fue a parar al Real Valladolid, donde nuevamente estuvo a punto de lograr el ascenso. Sus etapas en Levante y Sporting no fueron buenas, descendiendo con ambos clubes, pero el técnico había llegado a mitad de temporada en equipos que se situaban en puestos de descenso a los que no pudo levantar.

Huesca fue el conjunto que le permitió dar el salto de calidad con un club que contaba con el decimoctavo mejor presupuesto de la competición, con el que logró el ascenso de forma directa mostrando un juego vistoso y atractivo, poco habitual en esa competición.

Su buen hacer en el banquillo y la gran temporada del Huesca le brindó la oportunidad de entrenar en ‘su casa’, el RCD Espanyol. Club que se encontraba sumergido en una profunda inestabilidad tras una temporada decepcionante con Quique Sánchez Flores. El catalán, optando por algunos canteranos en los momentos más complicados de la temporada, logró la clasificación para Europa doce años después por encima de equipos con plantillas superiores, como la del Real Betis.

Elegido técnico revelación de LaLiga por la UEFA y con una afición volcada con él, ha decidido dar un paso hacia adelante uniéndose al proyecto del Real Betis que, pese a no jugar competiciones europeas, ha encontrado el equilibrio económico y deportivo ansiado por la afición.

Rubi es un técnico detallista y que se adapta a su entorno. Con humildad y mucho trabajo, analiza exhaustivamente a sus rivales, utilizando el videoanálisis como herramienta para exponer a sus jugadores lo que espera de ellos y las situaciones que se van a encontrar en los encuentros.

Un gran número de ex jugadores han recalcado esta faceta del técnico, que les ha permitido mostrar su mejor versión y en algunos casos, catalogarlo como el mejor técnico que han tenido. Su pasión por la estrategia le sirve como un puñal a través del cual sorprender a sus rivales cuando el juego no acompaña.

Amante de las tácticas, construye sus equipos a través de la posesión y la salida de balón. Una receta conocida en Heliópolis tras el paso de Quique Setién por el banquillo verdiblanco y que supone continuar en la misma línea, aunque con matices.

Rubi no renuncia al juego en largo y entiende que, cuando no hay espacios por el carril central, puede atacar la espalda de los laterales con extremos veloces. Su gran adaptabilidad y capacidad para transformar a su equipo en función de las circunstancias y del rival le han convertido en un técnico con grandes números en los últimos dos años.

En la presente temporada ha optado por distintos esquemas, siendo el 4-3-3 y el 4-2-3-1 los más habituales. Sin embargo, en encuentros como ante el Real Betis optó por la defensa de cinco para dar más consistencia a su equipo.

El de Vilassar de Mar cuenta con uno de los aspectos más criticados en la etapa de Setién, la capacidad para cambiar la dinámica de un encuentro y tener distintos planes por si falla el primero.

Su predisposición a contar con jugadores de la cantera ha sorprendido a todos los aficionados de LaLiga, donde jugadores como Melendo, Marc Roca o Pedrosa han conseguido consolidarse en el primer equipo.

José Juan Romero en el Betis Deportivo, pese a no lograr el ascenso, ha logrado que algunos juveniles explotaran en Tercera División y llamasen a la puerta del primer equipo. Rober, Rodri, Roberto Abreu o Raúl son algunos de los más destacados tras viajar a Estados Unidos con la plantilla del Real Betis. A las órdenes de Rubi pueden debutar en Primera División y asentarse en el primer equipo.

En la gestión de vestuario, el nuevo entrenador se ha mostrado capacitado para afrontar los problemas que puedan surgir. Se trata de un técnico que intenta estrechar siempre la mano con sus futbolistas y tener una relación fluida y profesional.

La huella de Quique Setién en sus dos años es imborrable y servirá como una base sólida a través de la cual trabajar. A diferencia de las demás etapas, Rubi se encuentra con un equipo que lleva trabajando durante dos años de una forma parecida a la suya y que posiblemente reduzca el tiempo de adaptación de los futbolistas a su forma de jugar.

Las mayores dudas sin embargo, se presentan en la faceta psicológica y cómo podrá afrontar la presión que vivió Quique Setién, fruto de la pasión por el fútbol que se vive en Sevilla y que a veces pone fecha de caducidad a los técnicos.

A pesar de no ser un nombre ilusionante para una afición que esperaba otro perfil tras los nombres que publicaron los medios de comunicación, a día de hoy inalcanzable para el Real Betis, Joan Frances Ferrer ‘Rubi’ se presenta como una opción interesante, continuista y que puede corregir algunos de los errores que ha cometido el cántabro durante su etapa en Heliópolis.

Con su llegada, Serra Ferrer junto al técnico, ya puede empezar a configurar la plantilla para la próxima temporada y lograr restaurar la ilusión en una afición que la ha perdido este año. Lo que nadie puede dudar es que, Rubi tratará de llevar al Betis a lo más alto con humildad y trabajo, mucho trabajo.

Foto vía: RCD Espanyol

Rubi se desvincula del RCD Espanyol

Joan Frances Ferrer Rubi ya es pasado en el RCD Espanyol después de que esta mañana abonara la cláusula de rescisión de 900.000 euros para marcharse al Real Betis.

El catalán había llegado a un acuerdo con el club verdiblanco desde hace más de una semana, pero finalmente hoy se ha desbloqueado la situación con el pago de la cláusula al club perico para cerrar una etapa en la que ha conseguido una meritoria clasificación para la previa de la Europa League.

Así lo ha comunicado el club blanquiazul en su web oficial:

Joan Francesc Ferrer Sicília “Rubi” ha abonado esta mañana la cantidad de su cláusula de rescisión y, de esta manera, se desvincula del RCD Espanyol de Barcelona, como el propio técnico ya comunicó la semana pasada al presidente Chen Yansheng.

Rubi se incorporó al primer equipo de la entidad catalana el pasado verano, procedente de la SD Huesca. Esta temporada, el técnico de Vilassar de Mar ha dirigido a la plantilla perica en 44 partidos oficiales entre Liga y Copa, sumando 16 victorias, 13 empates y 15 derrotas. El conjunto blanquiazul finalizó el curso deportivo séptimo con 53 puntos, posición que da acceso a la fase previa para la clasificación de la Europa League, y alcanzó los cuartos de final de la competición copera.

El RCD Espanyol de Barcelona desea reafirmar su compromiso personal y profesional con el hasta hoy entrenador, a quien en reiteradas ocasiones se le ha mostrado el apoyo a su apuesta futbolística y le desea suerte en su nueva etapa.

Foto vía: RCD Espanyol

Daniel Ibañes deja de ser entrenador del Real Betis Futsal

Daniel Ibañes dejará de ser entrenador del Real Betis Futsal tras no lograr el ascenso a la primera división, sin embargo, seguirá vinculado con el club, donde realizará la función de director deportivo.

Después de una muy buena temporada de la sección de fútbol sala y asegurarse la presencia en los puestos de play-off de ascenso tras quedar segundo a un punto del primer clasificado, no consiguió vencer al Córdoba la primera eliminatoria de la fase de ascenso.

Tras el primer encuentro como visitante y un resultado positivo por 1-2, sólo quedaba certificar el pase a la final con una victoria en casa con un margen de dos encuentros. Sin embargo, la poca fortuna de cara a gol lastraron al equipo e imposibilitaron ver al Real Betis Futsal en la máxima categoría del fútbol español.

Después de tal decepción, se ha acordado que Daniel Ibañes, principal artífice del gran rendimiento mostrado por el equipo en los últimos dos años, no siga al frente del equipo. Sin embargo, desempeñará el rol de director deportivo como ya hizo en su etapa en el Inter Movistar. Además, se espera que en los próximos días se anuncie el sustituto.

Así lo ha comunicado el club a través de un comunicado oficial, donde además, ha expuesto el organigrama del equipo de cara a la próxima temporada:

El Real Betis ha definido el organigrama de su equipo de fútbol sala de cara a la temporada 2019/20. José María Gallego continuará siendo el consejero responsable de la sección un año más, con Pablo Vilches, responsable de secciones del Real Betis, como principal encargado de la gestión del primer equipo y de todos los conjuntos de cantera. 

Daniel Ibañes dejará el banquillo del Real Betis Futsal, aunque continuará en el club como director deportivo, cargo que ya desempeñó en Inter Movistar durante dos temporadas. José Manuel Guisado, Mané, seguirá en su cargo de director de cantera de la sección. El Club espera anunciar el nombre de su nuevo entrenador en los próximos días.

Foto vía: Real Betis Futsal

Setién, sobre Serra: «No ha sido una relación difícil como se ha dicho»

Quique Setién ha pasado por los medios de comunicación tras su destitución del Real Betis donde ha analizado la situación del equipo en los últimos encuentros y el motivo de su marcha.

El cántabro ha querido aclarar en una entrevista en El Mundo que su relación con el actual director deportivo no era mala: «Hemos tenido nuestras diferencias respecto a algún jugador, pero ha habido una relación correcta. No ha sido una relación tortuosa». De hecho ha querido buscar la parte positiva: «No ha sido una relación difícil como se ha dicho. El criterio de Lorenzo y el mío son diferentes en cuanto a lo futbolístico, pero eso, a veces, es bueno«.

Setién se marcha insatisfecho de Heliópolis tras un proyecto que considera inacabado: «Estoy triste, porque realmente creo que el del Betis no era un proyecto acabado, que hay muchas cosas que se pueden rescatar, y que íbamos por buen camino. Pero la situación estaba muy complicada. Este equipo, cambiando algunas cosas, creo que podría haber seguido creciendo, pero claro, también sé que, de haber seguido, dos derrotas al principio y ya empiezas con un clima irrespirable» ha confesado.

Al ser preguntado por su carácter, se mostró firme en su idea: «A mí me han dicho que soy muy cabezón, y quizá tengan razón, pero soy cabezón para defender mi propuesta. Cuando digo que soy cabezón, creo que es hasta positivo, porque cuando las cosas vienen mal dadas necesitas un tío con determinación para defender la idea. Sí, soy una persona de convicciones firmes, o un cabezón, llámalo como quieras».

Finalmente, se ha defendido de las acusaciones de parte de la prensa y afición bética que le acusan de prepotente: «No soy prepotente, y de hecho mi cuerpo técnico tiene una influencia enorme sobre mí, suelo rodearme de gente mucho más lista que yo porque es la manera de renovar, de avanzar».

Quique Setién pone punto y final a su etapa en el Real Betis y cierra así posibles debates acerca de su mala relación con Serra Ferrer. El cántabro espera poder entrenar la próxima temporada, sin importarle los objetivos del próximo club, su pasión es enseñar a los jugadores y disfrutar de sus equipos.

Durmisi se deja querer

El Real Betis está con la mirada puesta en el mercado para cerrar la llegada de un técnico y posteriormente reforzar el equipo con jugadores que suban el nivel de la plantilla.

Una de las posiciones que más cojea en el equipo verdiblanco y que Quique Setién durante su segunda temporada más insistió es la del lateral zurdo, que actualmente solo cuenta con un efectivo, Junior Firpo, tras la marcha de Riza Durmisi el pasado verano.

El danés ha conseguido la Copa de Italia recientemente tras superar al Atalanta en la final. No obstante, no está contando con las oportunidades que esperaba con sólo siete partidos en competición liguera además de siete en Europa League y dos en Copa.

El lateral disfrutó de su etapa en Heliópolis hasta tal punto que desde su marcha las muestras de cariño a los aficionados béticos y los guiños al club son constantes. A pesar de que no está en la lista de posibles refuerzos de la dirección deportiva, el jugador estaría encantado de volver al club donde explotó pero que en la última temporada no se vió su mejor versión.

Este miércoles ha subido en las redes sociales algunas de sus mejores jugadas con la elástica verdiblanca recordando los buenos momentos vividos en Sevilla. Además, mantiene una gran amistad con algunos miembros del primer equipo como Zou Feddal entre otros.

Riza Durmisi Betis

Su llegada actualmente no pasa por la cabeza de los dirigentes béticos, sin embargo, en el fútbol cuesta predecir el futuro. ¿Volverá Durmisi a vestir de verdiblanco?

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