El Real Betis Balompié encara el parón de selecciones como una oportunidad para hacer un examen de conciencia y determinar cuales están siendo los fallos del equipo, que últimamente está cosechando una muy mala racha de resultados y que a falta de tan solo 10 encuentros para el final de la temporada, cada vez se encuentra a una mayor distancia del objetivo.
En la primera vuelta el conjunto verdiblanco consiguió unos números bastante parejos, como son 7 victorias, 5 empates y 7 derrotas, sumando un total de 26 puntos. Unos números que sin duda alguna son de mitad de tabla en cualquiera de las temporadas anteriores, pero que en esta ocasión, con una campaña tan competida y en la que cualquiera le puede ganar a cualquiera, han servido a los de Setién para no despegarse de los puestos europeos.
En la segunda vuelta, la regularidad del Betis en este aspecto (lo que se traduce en una clamorosa irregularidad de resultados), es asombrosa. Hasta el momento cosecha un total de 4 victorias, 1 empate y 4 derrotas, lo que hace que sume un total de 13 puntos, la mitad de los que consiguió en la primera vuelta con prácticamente 10 partidos aún por disputarse.
El conjunto heliopolitano ahora mismo aún depende de sí mismo, pero si se van dejando escapar puntos, y aún más contra rivales como Leganés, Eibar y parecidos (que son ante los que un equipo realmente debe responder si quiere estar arriba), dejarán de mirar hacia su propio tejado, y comenzarán a depender de otros partidos y los resultados de otros clubes.
Sin duda alguna, con esta progresión, el Betis acabaría la temporada más cerca de los puestos de descenso que de los puestos europeos, y eso en heliópolis es algo que no se puede permitir. Este parón de selecciones debe servir tanto a Quique Setién como a los jugadores, para hacer un examen de conciencia, desconectar, recargar pilas y volver preparados para disputar lo que van a ser 10 auténticas finales que el equipo verdiblanco no puede dejar escapar si quiere estar el año que viene en competición europea.