El Real Betis tenía una oportunidad única de luchar por los puestos europeos. La jornada había transcurrido de la forma idónea para que los verdiblancos volvieran a soñar con Europa.
Setién salía con un once que disponía de alguna novedad, Tello y Junior en los carriles aportaban profundidad al equipo y Kaptoum junto a Guardado eran los comandantes en el centro del campo. Por parte del Valencia la única novedad era Guedes en la posición de delantero.
A los cinco minutos tras una buena recuperación en campo contrario Tello mandó su disparo al palo con una rosca envenenada.
Los verdiblancos, que estrenaban equipación, cerraron a su rival en su propio campo que no conseguía encarrilar tres pases seguidos. Tello aportaba profundidad y Lo Celso ponía la magia, pero no era suficiente para empatar el partido.
Cheryshev tuvo que abandonar el campo por una lesión tras un mal gesto con la rodilla y la entrada de Rodrido cambió el partido. El delantero español aportó salida a la presión verdiblanca y sus controles orientados daban un respiro a los de Marcelino. En el último minuto, una pérdida de balón en el último tercio de campo dejó al Betis partido y Guedes, acomodándose el balón a su pierna derecha, logró un disparo forzado y tapado por tres jugadores que terminó al fondo de las mallas.
En la segunda mitad llegó otro mazazo tras un saque de esquina en corto que Guedes la volvió a mandar al fondo de la red.
El enfado de la afición era evidente y no ayudaba al equipo que estaba partido, pero en un penalti por mano de Gabriel tras un remate de Sergio León dio esperanzas al Betis.
Pero a pesar de que los verdiblancos lo intentaron de todas las formas el partido terminó 1-2.