Partido complicado el que le espera al Real Betis Balompié este próximo lunes. Con una afición en contra después de la mala racha de resultados y un Espanyol con la tranquilidad de no jugarse nada como los verdiblancos, estará en juego el nivel psicológico del equipo. Estas serán las claves del partido:
Sin objetivo
Real Betis y Espanyol se encuentran a 7 puntos de los puestos europeos a falta de cuatro jornadas por disputarse. La diferencia es tal que parece imposible que ambos equipos vayan a Europa y la tranquilidad de los de Rubí contra la ansiedad por dar una buena imagen de los de Setién será una de las claves del partido.
Carril central
Los de Heliópolis son el segundo equipo que más juega por el carril central con el problema de no generar apenas por las bandas. Esta es otra de las claves que han conducido al Betis a no tener apenas llegada y encontrarse con problemas para superar a equipos con las líneas muy juntas.
Enfrente tendrá al Espanyol que es el quinto en esta clasificación. El partido, por lo tanto, se decidirá en las bandas mientras que la zona central estará sobrepoblada.
Psicología
El Real Betis actualmente esun equipo muerto patológicamente que deambula por los estadios como se vio ante el Levante. Los duros golpes que han impedido lograr a los jugadores victorias por la falta de eficacia ha acabado por tumbar a los de Setién.
El lunes, con una afición en contra, se verá la capacidad para superar este duro bache y renovar la ilusión para la próxima temporada.
Marc Roca
El mediocentro catalán es el pilar en torno al cual gira el juego del RCD Espanyol. Su capacidad para tomar la manija del centro del campo le convierte en un jugador muy a tener en cuenta para dejar a los de Rubí sin ideas.
Eficacia
La clave de la mala temporada de los verdiblancos. La sensación de impotencia tras realizar partidos muy completos y no poderlos resolver con goles. Si ante el Espanyol consigue mostrar su buen juego y hay eficacia ante la portería rival, es muy probable que vuelvan a sumar de tres en tres.
Partido de máxima exigencia para el Real Betis con un público en contra y tras una mala racha de resultados.