El Real Betis Balompié es un club que mantiene vivas sus leyendas, que no son pocas. El pasado 21 de marzo recordábamos que, un año antes, uno de sus mejores jugadores históricos fallecía a la edad de 75 años. Nada menos que Rogelio Sosa Ramírez, delantero que militó en el equipo de la Palmera durante 16 temporadas, entre 1962 y 1978. Marcó un antes y un después en el club y en la liga española gracias a su peculiar forma de jugar al fútbol.
Rogelio, originario de Coria del Río (Sevilla), llegó al club verdiblanco con 16 años procedente de la Ponferradina, equipo que en ese momento jugaba en Tercera División. Debutó en Primera División con el Real Betis en 1962, donde permanecería el resto de su carrera deportiva. Destacó en el lanzamiento de faltas con la pierna izquierda, y, concretamente, se especializó en los llamados goles olímpicos (lanzamiento directo desde el saque de esquina), consiguiendo anotar hasta en 10 ocasiones, y ganándose así el apodo de la “Zurda de Caoba”.
Con su fútbol peculiar, en el que destacaba su máxima de “correr es de cobardes” (frase que acuñó ante la desesperación de su entrenador, Ferenc Szusza), demostraba su filosofía: quien se debía mover era el balón, no el jugador. Y con su trote cansino, su forma de controlar los tiempos del partido y llevarlo donde él quería, el ’11’ verdiblanco consiguió conquistar la histórica Copa del Rey de 1977, y con ella el cariño de toda la afición bética.
Qué menos que, desde InformaFútbol, le rindamos este pequeño homenaje a «un futbolista superlativo que le entregó toda su carrera deportiva a la entidad», como sentencia el Real Betis Balompié.
Foto vía Real Betis Balompié.