Tras la aparición del COVID-19 en España, muchas son las dudas que quedan por resolver, entre otros en el mundo del fútbol. La incertidumbre sobre la continuidad de las competiciones oficiales, el estado de forma de los jugadores, o la mejor actitud para afrontar la alarma social, son solo algunas de las incógnitas que nos surgen a todos. Entre otros, se pronuncia sobre ello el brasileño Edu Schmidt, futbolista del Real Betis Balompié entre las temporadas 2004/2005 y 2008/2009, ambas incluidas.
El que fuera uno de los mayores exponentes del fútbol bético durante su última época dorada se encuentra en Brasil, esperando el nacimiento de su tercer hijo. En una entrevista con ABC de Sevilla, señala que «lo estoy viviendo como la mayoría de la gente del mundo hoy en día, preocupado con todo lo que viene ocurriendo con el coronavirus. Hay muchas noticias e informaciones. Lamentablemente algunas acaban generando todavía más dudas y ansiedad a la gente».
Ante la incertidumbre, apunta que deberíamos «ayudar a las personas que tienen más dudas», y sobre todo «valorar las tareas que vienen haciendo todos los que trabajan en la parcela sanitaria, cuidando de la salud de los que están afectados y preocupados por lo que está ocurriendo. Es un problema de ámbito mundial, serio».
En cuanto al mundo del fútbol, tiene un mensaje claro: «Ahora mismo todo está en un segundo plano. Hay que esperar a que vuelva a la normalidad, principalmente que la salud de las personas no esté en riesgo y haya una solución para el coronavirus. Las demás cosas, cuando todo esté bien, se pondrán en su sitio». Según el ahora representante, los futbolistas deben «mantener el tono físico. Y no sólo el físico, sino la parte psicológica es también de suma importancia para que se encuentren fuertes cuando todo esté listo para volver».
Edu, mediapunta desequilibrante y carismático, aportó mucho fútbol al equipo de la Palmera. En su primera temporada en el Betis, jugó 39 partidos, marcó 12 goles y dio 10 asistencias, ayudando enormemente a la consecución de la segunda Copa del Rey en la historia del club.