El futbolista del Real Betis Balompié Marc Bartra, que se encuentra realizando la cuarentena en su vivienda como cualquier otro español, ha atendido en las últimas horas a una serie de preguntas que le ha cuestionado el medio 433. El central verdiblanco lo ha hecho de forma telemática y ha dejado varias declaraciones bastante curiosas. El catalán se muestra muy activo en las redes sociales durante este tiempo de confinamiento.
El defensa bético fue cuestionado qué con que futbolista del Betis pasaría la cuarentena: “Lo pasaría con Cristian Tello, somos vecinos y lo conozco desde los 10 años cuando jugábamos en el Barça. Tengo muy buena relación con él”, afirmó Bartra.
En cambio, al preguntarle con que compañero no la pasaría el futbolista respondió: “No pasaría la cuarentena con Canales, lo quiero mucho, es un buen amigo, pero soportarlo las 24 horas del día, sería muy duro tanto para él como para mí”, reconocía el ex futbolista del Barcelona entre risas.
El jugador reconoció que lleva mejor de lo que esperaba el confinamiento, debido a que está pasando las horas que no podía pasar entre tanto viaje con su familia. Por otro lado, admitió que también que lo que más echa de menos son los entrenamientos con sus compañeros y la competición, ya que es algo que le gusta y motiva. En estas circunstancias, Marc entrena unas dos horas diarias, y posteriormente aprovecha para jugar con sus dos hijas y su pequeño bebé.
433 le cuestionó que quién considera que es el mejor jugador del Betis: “En el Betis hay muy buenos futbolistas, cada uno en su posición tiene bastante nivel, pero si me tengo que quedar con uno que marque diferencias, seguramente sea Nabil Fekir que además es campeón del mundo”, cuando acabe el confinamiento: “Lo primero que voy a hacer, aparte de entrenar, es salir al parque con mis hijas, son pequeñas y no entienden muy bien lo que ocurre, pero lo piden a diario”, reconoció el jugador del Betis.
El de San Jaime dels Domenys admitió que el día a día con Joaquín es muy alegre, ya que siempre está realizando bromas en el vestuario y genera una unión fuera de lo común en cualquier futbolista.