Luka Jovic volvió a anotar en Liga ante el Osasuna. Aquí las claves del bajo rendimiento de un jugador que vino a comerse el mundo.
La salida de Cristiano Ronaldo hace temporada y media dejó consigo un gran vacío goleador que el Real Madrid no supo reponer. Tras una nefasta temporada el club añoraba el gol del que carecía su actual plantilla. Como de los errores se aprende, la directiva del club blanco no tardó en planificar la que sería la próxima temporada con el fin de hallar la solución a sus problemas. Se acudió al mercado veraniego, esta vez sí con serias intenciones de invertir en fichajes. Cuando hablamos de carencias que suplir cabe destacar por encima de fragilidades defensivas, la ausencia de gol tras la salida del astro portugués y el añadido mal rendimiento de sus demás jugadores de cara a puerta.
Puestos a mirar al presente y al futuro, de entre las opciones de mercado apostaron por el joven jugador serbio Luka Jovic. Procedente del Eintratch de Frankfurt, el futbolista cuadró una temporada de sobresaliente que dejó rastro con sus 29 goles. Con una asombrosa capacidad de remate, con calidad y una capacidad goleadora a la que sus cifras avalan, el jugador serbio fue objetivo de grandes clubes de Europa. Finalmente accediendo a llegar a la disciplina madridista, el club se hizo con sus servicios con el pago de 60 millones de euros.
Lógicamente, la afición vio con buenos ojos la llegada de Luka Jovic, dejando claros signos de esperanza puestos sobre su figura. El tiempo no hace justicia y desde un rol muy secundario se le otorgan algunas oportunidades en las que las aportaciones del serbio al equipo son casi nulas.
Hace poco surgió una entrevista en la que el jugador blanco confesaba no sentirse a gusto consigo mismo en el terreno de juego: “No estoy contento con mi temporada porque sé que puedo mejorar. A veces veo vídeos míos en YouTube del año pasado y me pregunto ¿que me pasa? La presión es muy grande, lucho pero por ahora sin éxito”. Una autocrítica llena de verdades.
¿Por qué no rinde Luka Jovic? El joven serbio tiene cualidades de sobra para rendir en el Real Madrid, y es que no le esta afectando tanto la exigencia como sí el cambio de contexto. Quedamos en que Jovic es efectivamente un delantero, pero pese a su gran capacidad de remate, no se le debe de confundir como delantero centro fijo. El jugador ofrece movilidad como una de sus cualidades, y es por tanto que ser una referencia no lo mejora como jugador. La pasada campaña en las filas del Eintratch de Frankfurt disputaba los encuentros junto a otro delantero en la punta del ataque, bien Ante Rebic o Haller, algo que explica la diferencia de contexto que no encuentra en Madrid.
Pocas veces lo hemos podido ver junto a Karim Benzema, quien podría ser un gran compañero con el que compenetrarse a la hora de formar esa dupla en ataque. Bien es cierto que la falta de oportunidades y ese contexto no hacen favorecer la situación de un futbolista al que tampoco le acompaña la suerte. La presión es real cuando hablamos de un club de tales magnitudes, y es que una afición que a día de hoy deposita su voto de confianza puede cambiarla cuando el cupo de tiempo se agote.