Volvía el Real Madrid a la gélida Kiev, al escenario que le vio levantar su tercera Champions consecutiva, con el objetivo de sellar su pase a octavos y amainar la tormenta en la que venía sumido. El momento parecía idóneo para dar un golpe de autoridad y comenzar a respirar, pero el equipo de Zidane volvió a encontrarse con el mismo problema que le persigue desde hace mucho tiempo: la falta de pegada.
En el Olímpico de Kiev recibía el Shakhtar Donetsk a un equipo que necesitaba redimirse, pero el panorama fue bien distinto. 2-0 para los locales y un mar de dudas para los visitantes, que se verán obligados a tirar nuevamente de matemáticas para calcular sus opciones de pase a falta de un sólo partido para concluir la fase de grupos.
Alineaciones
La primera controversia de la noche llegó con la suplencia de Casemiro. El entrenador prefirió dar descanso al brasileño y sacar a un Ødegaard que no acaba de encontrar su sitio en el club blanco. Por lo demás, hubo pocos cambios a excepción del lesionado Hazard, cuyo puesto fue ocupado por Rodrygo, además de la vuelta de Benzema a la titularidad para ocupar el frente de ataque. Así salió Zidane en busca de la victoria: Courtois, Lucas, Nacho, Varane, Mendy, Ødegaard, Kross, Modric, Asensio, Rodrygo, Benzema.
Por parte del combinado ucraniano, se dieron varios cambios con respecto al partido de ida, donde no pudieron jugar la mayoría de los titulares tras haber dado positivo en coronavirus. Con hasta seis cambios en la plantilla, así salió Luis Castro: Trubin; Dodo, Vitao, Bondar, Matviyenko; Kovalenko, Stepanenko; Tete, Marlos, Taison; y Moraes.
Partido
Comenzaba a rodar el balón en una tarde muy fría, llegando incluso a nevar por unos instantes. El cuadro blanco tenía claro su aliciente: sólo valía la victoria para asegurarse un puesto en octavos de final. El Shakhtar la necesitaba también para seguir con vida en una fase de grupos que se le puso de cara desde el principio.
Primera mitad de dominio visitante en todo momento, de más a menos, perdiendo gasolina conforme pasaban los minutos. La ocasión más clara del partido para el Madrid pasó por las botas de Asensio en el minuto cinco, llegando a estrellar el esférico en la madera tras un gran pase de Benzema. A partir de ahí, ocurrieron pocas cosas más. Los minutos pasaban y empezábamos a ver al equipo al que estamos acostumbrados últimamente, sin pegada, con muy pocas ideas y con varios errores individuales.
Rafael Varane se jugó una tarjeta roja muy discutida en el minuto 14 tras frenar a Moraes en el círculo central después un mal pase de Nacho que comprometió al jugador francés. El brasileño se iba como una moto hacia Courtois. Aparte de los copos que comenzaban a caer en Kiev al ecuador, poco más podemos destacar de la primera mitad.
El Madrid fue un equipo completamente distinto en los últimos 45 minutos. Desconcentrado, sin apenas posesión, nulo en ataque y débil en defensa, terminó de entregar el partido en un error de entendimiento garrafal entre Mendy y Varane, que quedaron estáticos mirando cómo la bola llegaba a Dentinho dentro del área, aprovechando el regalo de la mejor manera. 1-0 para los locales y tocaba volver a remar a contracorriente.
No levantaba cabeza el equipo y Zidane seguía sin mover su pizarra, como es costumbre en él. Los cambios no llegaron hasta el minuto 75 con un Real Madrid completamente noqueado, encomendándose de nuevo a Vinicius y Mariano para lograr el milagro. Pero nunca llegó. No había aliento ni esperanzas. El Shakhtar sacó tajada de la bajada de bandera blanca para poner la puntilla en el minuto 82. Un Solomón sin apenas oposición disparó a placer a la red el que suponía el 2-0 y el desastre merengue. Así acabó un partido para el olvido en el que el combinado de Zidane volvió a naufragar estrepitosamente.
El Madrid volverá a recurrir a la épica en la última jornada contra el Mönchengladbach, en la que sólo vale ganar y esperar resultados. Puede venirse un panorama atronador en enero si el conjunto de ‘Zizou’, muy cuestionado por cierto, no consigue poner fin a esta crisis futbolística. Y ahora, a jugarse la Liga y la Champions ante Sevilla, Borussia y Atlético de Madrid en una semana. Se avecinan unas navidades complicadas en la casa blanca.