El resucitado Lucas Vázquez se abre camino a la titularidad

Acabó la temporada pasada el Real Madrid por todo lo alto, conquistando su 34º liga y dejando sensaciones más que sobresalientes de cara al futuro. Pero no todo es de color de rosas y algunos jugadores dejaron mucho que desear en el tramo final de la ya conocida como liga del coronavirus.

Uno de ellos era Lucas Vázquez. Muy poco o nada quedaba ya de aquel joven promesa que enamoraba al mundo con su velocidad y su juego o aquel que enseñó el camino de la Undécima a su equipo con una frialdad pasmosa en aquel penalti contra el Atlético que ya es historia.

Con la esperanza de un cambio que lo volviera a llevar a lo más alto, Vázquez comenzaba esta temporada con alguna espasmódica titularidad. Zidane no se quería dar por vencido con un chico en el que depositaba muchas esperanzas. Pero no terminaba de encontrarse. Desaparecido, poco preciso, sin apenas lucidez y muy lejos de lo que se esperaba de él, Lucas no parecía encontrar su sitio en el extremo derecho.

Las explosión y velocidad del joven Rodrygo apartaban cada vez más al jugador español del primer equipo. Las burlas hacia su persona comenzaban a ser constantes en las redes sociales y cada vez eran más los aficionados madridistas los que pedían su marcha ante su falta de juego, aunque jamás de compromiso.

Todo parecía perdido en el club blanco para Lucas, pero el fútbol a veces da segundas oportunidades y él vio una clarísima ante sus ojos. Las desafortunadas e inesperadas lesiones de Carvajal, Odriozola y Nacho abrían una pequeña puerta al jugador para volver a encontrarse en una posición en la que no solía ser habitual.

‘Zizou’, sin laterales y con una dura papeleta encima, decidió apostar por el gallego y cruzar los dedos. Acertó de lleno como en muchas de sus decisiones. Empezamos a ver a un Lucas Vázquez completamente distinto, con una aportación que partido tras partido comenzaba a ser cada vez más fundamental y un juego por la banda que era un auténtico dolor de cabeza para cada rival.

La evolución y confianza del jugador aumentaban a la velocidad de la luz hasta el punto de cuajar partidos memorables como el del Camp Nou y ser de tremenda ayuda en un momento muy delicado para el club. Zidane se dio cuenta entonces de que tenía lateral para rato.

Carvajal vio cómo su puesto se suplía con nota y tendría que luchar por la titularidad, donde el más perjudicado sin duda era Zidane. Menuda decisión la que se le venía al técnico. Con coraje, esfuerzo y la actitud que nunca le ha faltado, Lucas Vázquez ha vuelto por la puerta grande de la titularidad.

Lo que en principio eran burlas constantes se convirtieron en oraciones para su renovación, la cual no está nada clara en estos instantes. Pero sin duda al jugador blanco le quedan muchas titularidades por defender todavía. Lo que es el fútbol.

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