Que la acumulación de partidos iba a traer más problemas que ventajas era un secreto a voces, y el jugador brasileño lo vivió en primera persona el pasado encuentro ante el Granada. Los equipos están teniendo que apretarse el cinturón más de lo necesario, teniendo que jugar dos partidos cada semana debido a la dura exigencia del calendario que se nos presenta esta temporada.
Ni los mejores preparadores físicos pueden hacer milagros para evitar lo evidente: las lesiones. La acumulación de partidos empieza a hacer mella en los titulares, que se ven obligados a incrementar su esfuerzo para estar al 100% en cada encuentro. Se están jugando como mínimo dos partidos por semana.
El futbolista del Real Madrid ha sido uno de los primeros en acusar la fatiga muscular. El pasado miércoles frente al Granada sus piernas dijeron basta. En el ecuador de la primera mitad y tras una carrera de fondo frente a Foulquier, Rodrygo sintió el pinchazo y pidió el cambio inmediatamente.
Él mejor que nadie sabía lo que le pasaba. La repetición no nos mostraba una entrada del primero al segundo, por lo que se temió lo peor. Una mala pisada fortuita desencadenó el peor final posible para el brasileño. Desolado y con las manos en la cabeza, el jugador abandonaba en camilla el verde de Valdebebas.
En el día de hoy, el club ha confirmado los malos presagios mediante un parte médico. El delantero sufre una lesión muscular con afectación del tendón en el bíceps femoral, lo que se traduce en 90 días de baja aproximadamente. Un golpe durísimo en su mejor momento deportivo que lo mantendrá alejado del césped bastantes partidos.
Rodrygo venía siendo indiscutible para Zidane en las últimas jornadas. La reciente nueva lesión de Hazard abrió una puerta a la titularidad para delantero, cuya presencia había sido muy discutida para el entrenador tras la vuelta de Eden.
Se perderá por tanto un tramo decisivo para la temporada blanca, aunque no la más crítica. Se le descarta casi por completo para la eliminatoria de Champions frente a la Atalanta, un duelo crucial por el que pasan la mayor parte de las aspiraciones blancas esta campaña.
Por tanto, no será como mínimo hasta el mes de marzo cuando podamos volver a ver al brasileño tocando balón de nuevo. Para los más optimistas, es posible que Rodrygo pueda volver a unirse al elenco justo a tiempo para afrontar el tramo más crítico del curso.