Partido disputado en la tarde del sábado 22 de mayo de 2021 a las 18:00h, en el estadio Alfredo Di Stéfano, correspondiente al encuentro de la Jornada 38 de la Primera División española, entre el Real Madrid CF y el Villarreal CF. El partido fue dirigido por el árbitro José Luis Munuera Montero, con el apoyo en el VAR del colegiado Ricardo de Burgos Bengoetxea.
Alineaciones:
Bajo la dirección del entrenador francés, Zinedine Zidane, y con las bajas por lesión de Dani Carvajal, Lucas Vázquez, Ferland Mendy y Eden Hazard, así como, la de Toni Kroos tras resultar positivo en COVID-19, el Madrid llevó a 20 jugadores convocados para el partido, incluyendo a los canteranos Miguel Gutiérrez y Antonio Blanco. La decisión de Zizou fue salir de inicio con una alineación conformada por Courtois, Odriozola, Militão, Varane, Miguel Gutiérrez, Valverde, Casemiro, Modrić, Asensio, Benzema y Vinicius.
El Villarreal, bajo el mando del técnico vasco Unai Emery, y con las bajas por lesión de Juan Foyth, Iborra y Chukwueze, armó una convocatoria de 23 jugadores. El once inicial quedó integrado por Rulli en la portería acompañado por Mario, Albiol, Pau Torres, Pedraza, Trigueros, Capoue, Parejo, Yeremy Pino, Gerard y Bacca.
El Real Madrid, segundo de la tabla, llegó sin conocer la derrota en sus últimas seis apariciones en LaLiga, producto de cuatro victorias y dos empates. Por su parte, el Villarreal se presentó al partido ubicado en la séptima posición, y con un desempeño irregular en sus últimos seis partidos de LaLiga, donde había coleccionado tres triunfos y tres derrotas.
A dos puntos de distancia del Atlético de Madrid, que ocupaba el primer puesto de la clasificación, y que jugaba su partido frente al Valladolid a la misma hora, el club merengue necesitaba de un triunfo para mantener sus posibilidades de reeditar el título de LaLiga. Un empate o una derrota del Atleti, combinada con un triunfo del Real Madrid, le otorgaría el campeonato a los blancos, pues el gol average en caso de empate lo tienen ganado.
El partido:
Comenzó el encuentro con un Real Madrid buscando el área rival por las dos bandas. Del lado del Villarreal, no fue sino hasta el minuto 6, en el que se pudieron combinar Gerard Moreno y Bacca, pero Militão resolvió el avance con solvencia.
A pesar del arranque merengue, pronto se diluyó y fue el Villarreal quien inauguró el marcador en el minuto 19’, gracias a que Yeremi aprovechó un mal rechace de la defensa blanca. Desde la grada, Ramos y Marcelo animaban al equipo a sabiendas de que, casi en simultáneo, el Atlético de Madrid también perdía en su partido frente al Valladolid.
En el 24’, un reclamo del Madrid por una supuesta mano de Parejo en el área no fue avalado por el arbitraje, y Benzema elevaba su mirada al cielo como pidiendo clemencia. Los fantasmas de las manos no pitadas volvían sobre Valdebebas.
La primera media hora dejaba muchas dudas en el lado del Real Madrid que no lograba conectarse al llegar al área contraria, mientras que el Villarreal era el que daba sensación de llevar mayor peligro. Cualquiera que viese el partido sin conocer el marcador, pensaría que los blancos eran los que iban ganando. En el 33’, uno de los mejores de toda la temporada, Modrić, se hizo cargo del balón, y después de varios quiebres de cintura su remate se fue afuera por muy poco. El croata intentaba contagiar al equipo, pero parecía que los únicos que reaccionaban eran los que estaban en el banco: Ramos, Marcelo y Nacho, trataban de animar desde allí y se colocaban de pie.
En el 44’, Vinicius se internó por la izquierda y Rulli controló mal el centro del carioca concediendo el saque de esquina. El cobro de Modrić fue rematado por Casemiro, pero de frente al portero del submarino amarillo. No ocurrió nada más y se cerró un primer tiempo para el olvido del lado merengue, y a la luz de lo visto, parecía que la furia estaba en el banco y la parsimonia en los titulares con muy contadas excepciones.
El segundo tiempo comenzó con Zidane dándole instrucciones personalizadas a Isco y Rodrygo en la banda, previas a un ingreso que no se concretó desde el inicio. En el 47’, una presión alta de Benzema, Vinicius, Miguel Gutiérrez y Modrić, mostraban que el Real Madrid pareciera querer salir con más garra que en el primer tiempo. En el 49’, una internada de Vinicius dejando defensas en el camino fue controlada fácilmente por Rulli. En el 51’, un saque de esquina rematado en segunda jugada por Militão se fue afuera por muy poco. Al 55’, Benzema anotó de cabeza pero la acción fue invalidada por el VAR por fuera de juego. Al mismo tiempo, el Atlético empataba con el Valladolid, nuevamente de manera simultánea, no había ya mayor evidencia de la conexión entre ambos encuentros.
Durante la revisión del VAR, Zidane dio ingreso a Isco y Rodrygo en sustitución de Vinicius y Asensio. En el 64’, Emery introdujo dos cambios: Se marcharon Bacca y Capoue para dar entrada a Coquelin y Rubén Peña. Al siguiente minuto, Rodrygo logró sacarle el balón al portero, pero Benzema no pudo aprovechar la acción y su remate salió fuera.
En el 67’, Zidane dio entrada a Marcelo, Nacho y Mariano, en sustitución de Odriozola, Miguel Gutiérrez y Casemiro. Cambio de esquema para tratar de revertir el resultado, pero poco quedaba por hacer, pues el Atlético ya ganaba su partido. En el 71’, centro de Marcelo y remates sucesivos de Mariano y Benzema no lograron igualar el marcador. En el banco, Ramos ya no animaba, tal vez el no poder despedirse del equipo sobre el campo le hacía valorar una posible decisión en relación con su renovación.
Al minuto 81’, se marcharon Yeremy Pino y Gerard Moreno para dar ingreso a Alcácer y Raba. Si algo se podía sacar del partido del Real Madrid, era ver el juego y la energía que ponía Modrić en todo momento con casi 36 años, y toda la carga de partidos sobre su espalda.
En el 86’, Isco, Rodrygo y Benzema se combinaron para que el francés consiguiera la igualdad en el marcador con un gol que pareció detener el tiempo por la tranquilidad con la que lo conectó, y hacían presagiar unos minutos finales de infarto, que hicieron volver a levantarse a Sergio Ramos en la grada.
Al minuto 90’, Mariano le faltó tranquilidad para resolver, la misma que le sobró al mejor del Madrid en el minuto siguiente cuando Modrić conseguía lo imposible: la remontada se concretaba. La fe del croata mueve montañas, solo faltaba que el Valladolid hiciera lo suyo, pero no sucedió. El Real Madrid consiguió lo impensado, llegó vivo al último encuentro de la temporada, y no defraudó a la afición al despedirse con un triunfo muy trabajado y cargado de épica.