Marcelo Vieira da Silva Júnior, mejor conocido como Marcelo, está por iniciar su decimosexta temporada en el Real Madrid. Un período que será especial, puesto que le verá por primera vez como primer capitán debido a la salida de Sergio Ramos del club.
Nacido en Río de Janeiro, se inició en el 2001 en las categorías inferiores del Fluminense. De ahí, apenas con dieciocho años, dio el gran salto a Europa, directamente al Real Madrid, club donde ha marcado una época. Asumir el control de la banda izquierda, para suplir a un tal Roberto Carlos, no era una tarea sencilla. Sin embargo, el carioca no defraudó y consiguió hacerse de la posición.
El lateral zurdo ofreció declaraciones al medio oficial del club, y transmitió las sensaciones que está viviendo en este momento: “Es un orgullo y una responsabilidad muy grande ser el capitán del mejor club del mundo. Me siento un afortunado. Solo por saber que soy del Real Madrid despierto todos los días con muchas ganas. Cada temporada que viene me ilusiono más. Llevo mucho tiempo aquí, pero la ilusión nunca ha cambiado, siempre ha ido a más. Estoy con muchas ganas de empezar ya la temporada”.
Marcelo habló también de su motivación y de la responsabilidad que siente por estar donde está: “Todas las temporadas aprendo muchísimo, siempre hay algo nuevo. Y esta la afronto con mucha más ilusión por ser capitán del Real Madrid. Para mí es un sueño y creo que he hecho todo lo posible para estar aquí muchos años. Siempre he intentado aportar un poquito de mi alegría y de mis responsabilidades para ayudar a los jóvenes e incluso a los que llevan mucho tiempo aquí también. Siempre se necesita ayuda. Continuamente estoy buscando cosas nuevas para aprender y necesito ayuda también de los compañeros. Yo creo que como capitán soy el portavoz del equipo e intentaré ayudar lo máximo, como siempre he hecho”.
Con respecto a la pretemporada recién iniciada, y a las expectativas por el inicio de un nuevo período, manifestó: “En la pretemporada hay mezcla del balón con el físico y desde el primer día está siendo muy duro. Estamos bien, con muchas ganas de entrenar fuerte y de jugar el primer partido. Estamos bien y todos muy contentos. Tenemos todo para poder triunfar. Sabemos que es muy difícil pasar una temporada sin ganar ningún título, pero hemos llegado hasta el final de temporada peleando. Estoy seguro de que vamos a ganar algo. Estamos muy contentos, todavía faltan los jugadores que están con las selecciones o de vacaciones, pero estamos muy motivados para que empiece la temporada”.
No podía faltar la referencia al regreso de Carlo Ancelotti como entrenador: “Nos enseña en cada entrenamiento y siempre está hablando. La verdad que es un placer volver a entrenar con él y con su cuerpo técnico”.
Tal vez, el punto fuerte de Marcelo en este momento de su carrera, apunte a la influencia que pueda tener sobre los jugadores menos experimentados. Al respecto, compartió su visión: “Yo creo que más que enseñar cosas, les intento ayudar en puntos que a lo mejor ellos no han vivido todavía. Cosas dentro del entrenamiento, controlar un balón, escuchar al entrenador, estar más atento en las cosas que pide el preparador físico. Cosas así de normales porque calidad sabemos que tienen todos. Los futbolistas tenemos unos pocos años de fútbol, pero es muy intenso. Hay que ir aprendiendo día a día”.
No hace falta ahondar en el tema de la suplencia de Marcelo, y el debate generado en las últimas temporadas por su nivel futbolístico. Todo aquel que siga el día a día del Real Madrid sabe lo sucedido, y también sabe de Sergio Reguilón, Miguel Gutiérrez y Ferland Mendy. Sin embargo, la afición también conoce lo que ha representado el carioca para la historia del club. Además, más allá de la merma que puedan haber sufrido sus condiciones futbolísticas, su madridismo y la alegría que impone en el vestuario, además de los excelentes consejos que pueda transmitir a las nuevas generaciones, están fuera de toda duda.
Tal vez, se esté en presencia de su última temporada en el equipo, o tal vez resurja como el ave fénix. Como quiera que sea, no hay duda de que Marcelo merece estar donde está, y presumir de ser primer capitán del equipo de su vida.