No cabe duda de que Eduardo Camavinga, mediocentro de apenas 18 años, ha entrado en el Real Madrid con el pie derecho. No son solo sus cualidades técnicas, o que en su primer par de apariciones acumuló un gol y una asistencia, en apenas media hora. Lo que está cautivando a la afición del Madrid, es la alegría que imprime en el campo de juego y fuera de él. Se le ve feliz, comparte, dentro de lo posible, con los aficionados, pero sobre todo, demuestra la alegría de alguien que ve realizado su sueño. El verbo ‘demuestra’, es utilizado con toda la intención de llamar la atención del lector. La razón es que muchos, por no decir todos, seguro están cumpliendo un sueño, pero de ahí, a compartirlo a viva voz cada vez que tiene oportunidad, hay cierta diferencia, y eso, el aficionado lo agradece.
En este medio lo hemos seguido con particular atención, desde antes de hacerse oficial el fichaje. En enero, el jugador intentó despistar con sus declaraciones, pero acá se dijo que podía ser uno de los golpes del mercado. Luego, en mayo, ya reconocía un interés por parte del Madrid, a pesar de que no eran los únicos. Finalmente, el fichaje se cerró en los últimos días de la ventana del verano y, desde que llegó, está contagiando a todos con su alegría, incluso a un muy serio Alaba, la otra adquisición merengue, a quien ha hecho blanco de sus bromas.
Ahora, ha ofrecido declaraciones en Téléfoot, donde no hace más que reforzar su carisma. En cuanto a su fichaje, señaló: “Cuando vi que el Real Madrid estaba siguiéndome y estaba dispuesto a hacer una oferta por ficharme, no lo dudé ni un segundo. Son cosas de las que no puedes dudar”. Y con respecto a su anterior club, indicó: “El Rennes es el equipo de mi corazón, veo sus partidos de la Ligue 1. Sí, es cierto que podría haberme quedado en el Rennes, estarán en mi corazón para siempre y nunca se me olvidarán. Volveré al estadio para ver a mis amigos pronto”.
Una muestra de su carácter, quedó plasmada al referirse a sus comienzos en el Real Madrid. Camavinga, hizo gala de sinceridad y manifestó: “La calidad técnica y los entrenamientos es lo que más me ha marcado en el Real Madrid. Cuando llegué el primer día, estaba cansado tras acabar el primer entrenamiento, pero me he ido acostumbrando. Tal vez, lo más duro está siendo el idioma, porque me gusta mucho reírme con los demás y gastar bromas y no controlo todavía muy bien el español”.
También recordó su primer gol en el club: “En el terreno de juego quiero ayudar en el equipo. No estaba directamente involucrado. Si ves el gol, estaba a la derecha y aproveché que me vino el rechace para marcar. Además, al principio no lo celebré porque no pensé nunca que marcaría en mi primer partido. Miré al árbitro y luego se desató la locura”.
Camavinga habló también de Benzema: “Es un líder. Hablamos mucho y yo no lo sabía, pero es una persona muy divertida. Lleva a todo el grupo y lo lidera”.
Finalmente, con relación a sus expectativas para el Mundial, señaló: “Estoy en el mejor club del mundo, así que eso ayudará a intentar llegar a la selección francesa. Participar en el Mundial de 2022 es un objetivo. Tengo que hacer buenos partidos aquí, porque las actuaciones con el Real Madrid son las que me harán volver a la selección francesa”.
Aún no se cumple un mes de su fichaje, pero la expectativa es máxima. No solo en el aficionado, sino también en el club, que no dudó en hacer una apuesta a largo plazo por el jugador. No en vano, le firmó por seis temporadas, al término de las cuales, ‘apenas’ contará con 24 años. Si las cosas marchan bien y las lesiones le respetan, no hay duda de que Camavinga puede marcar una época en el mediocampo del Real Madrid. Y no estará solo, porque por ahí están también un tal Fede Valverde, con apenas 23 años, un Antonio Blanco con 21, Arribas con 20 y Marvin con 21. Esto sin contar otros que destacan en el filial, como Morante, Peter y Aranda. A estas alturas ¿habrá quien dude aún de la renovación anticipada por Florentino Pérez?