Durante los años de existencia del Real Madrid, por sus filas han pasado infinidad de jugadores que han sido el deleite de la afición. Aun así, y con permiso de todos ellos, tampoco se puede negar lo que significa para el madridismo un menudo jugador croata que ha conformado uno de los más grandes mediocampos de todos los tiempos.
Desde aquella famosa portada de un diario argumentando un fichaje de 42 millones “para tapar vergüenzas”, ha corrido mucha agua debajo de los puentes. Ni fueron 42, y si en algún lado hubo vergüenzas debió ser en todos aquellos que no supieron vislumbrar lo que Luka Modrić era capaz de ofrecer, no digamos al Real Madrid, sino al mundo del fútbol.
Actualmente, este menudo jugador afronta su décima campaña en el club merengue. Su última renovación fue hace seis meses y en ella alargó su estadía por un año. Ahora, de acuerdo con la información del periodista José Félix Díaz, la entidad blanca ya vislumbra extenderle por uno más. Con ella, asistiría al Mundial de Catar como uno de sus representantes, además de estar en la inauguración del nuevo estadio. Para ese entonces contaría con 37 años en su DNI, pero recalcando que es una cifra que solo estaría contemplada en su documento de identidad. Cualquiera que le vea sobre un campo de juego, lo que verá es un chiquillo croata manejando el exterior de su pie como si de una batuta de director de orquesta se tratase. Un director capaz de guiar a su equipo a donde pocos como él, lo pueden hacer llegar.
Sería su temporada número once en el club. En ese por el que osó ponerse en rebeldía cuando militaba en el Tottenham, para decirle a un tal Daniel Levy que le dejara marchar. Una más disfrutando en el lugar donde, según sus propias palabras, “no hay mejor sensación que estar jugando ahí”. Otro año en el sitio al que llegó con 27 años. Uno en el club donde “lo último que esperaba era estar tantos años, pues la exigencia es máxima y siempre hay que estar al más alto nivel para seguir”. Una temporada más, para el que osó arrebatar los más altos galardones a la pareja que ha representado la rivalidad más grande en el fútbol. Un tal Lionel Messi y un tal Cristiano Ronaldo.