Inglaterra se ha impuesto por 3-1 a Italia en Wembley. En un partido con alternativas, donde los de Southgate se impusieron con claridad gracias a un gran Jude Bellingham y sellaron su clasificación para la Eurocopa.
Primera parte
El duelo dio comienzo con dominio territorial por parte de los británicos. Cuya propuesta se fundamentó en presionar alto para recuperar y atacar la meta defendida por Donnarumma sin necesidad de elaborar tanto sus acciones. Gracias a su seguimiento del contrario sin balón, conseguiría arrinconarlo entorno a su área en los primeros instantes. Sin embargo, los dirigidos por Luciano Spalletti conseguirían inaugurar el electrónico, en una de las pocas acciones en la que superaron la presión inglesa, por medio de Scamacca. El delantero del Nápoles remató un centro raso de Di Lorenzo, en boca de gol.
El 0-1 envalentonó al campeón de Europa. Que adelantó sus líneas, se hizo fuerte con la pelota y dejó atrás todos sus remilgos. En contraste, el equipo de Southgate decayó. La buena tendencia que estaba alcanzando antes del gol, monopolizando la posesión e instalándose en el último tercio de campo se diluyó y les tocaba empezar de cero. Un reinicio que encontró más dificultades, frente a la vigorosa presión visitante que rompió muchos puentes por el interior con hombres como Foden y Bellingham. Las ofensivas del «equipo de la rosa» perdían continuidad y alcance. Pese a ello, en una acción accidentada, Di Lorenzo cometió un desafortunado penalti sobre Bellingham por llegar un segundo más tarde a barrer un esférico. Harry Kane empató con solvencia desde los once metros.

Con el empate, Italia mantuvo el mismo planteamiento. Siguió tratando de dominar a través de la posesión y generando ocasiones a partir del desborde de sus extremos. Mientras que Inglaterra pudo ceder la iniciativa, replegarse y esperar a un error de su oponente para transitar, conectando con Foden y Bellingham. Con este guión, la selección insular generó alguna ocasión más. Aprovechando muy bien las imprecisiones de una selección transalpina muy errática en la elaboración.
Segunda parte
Los segundos 45 minutos se iniciaron con mucha igualdad. La selección subcampeona de Europa retomó su presión alta sobre la salida del rival, para recuperar y transitar. Del mismo modo que la tetracampeona del mundo procuró ralentizar y controlar el juego mediante la tenencia del cuero. Esto provocó un clima de alternancia en el juego que los anfitriones aprovecharían para inclinar la balanza de su lado. Con un Bellingham superlativo que, en el ida y vuelta, trepanó la estructura defensiva italiana por el carril central. Como consecuencia de ello, en una de las cabalgadas del crack del Real Madrid, Rashford culminó la remontada de los Three Lions. En una diagonal del jugador del United resuelta con un disparo ajustado al palo.

El segundo tanto estabilizó al combinado inglés, que comenzó a retener el balón, a jugar con el cronómetro y con la desesperación de los dirigidos por Luciano Spalletti, para quienes el tanto supuso un duro golpe. Los azzurri intentarían apoderarse de la redonda en el tramo final, pero su «shock» tras el gol y la versión más pragmática de los británicos agotarían sus opciones con el paso de los minutos. Harry Kane sentenció el choque gracias a una acción individual brillante. En la que recorrió varios metros para batir a Donnarumma en el mano a mano. Después del 3-1, el duelo murió y ambos conjuntos hicieron sustituciones para dar descanso a algunos jugadores.
Con este resultado, Inglaterra se mantiene como primera del grupo C y se clasifica para la Eurocopa. Mientras que Italia queda relegada al tercer puesto (momentáneamente eliminada) y deberá ganarse el boleto para la máxima competición continental con dos victorias, en el parón del próximo mes de noviembre.