El ayuntamiento de Vigo está llevando a cabo la reforma del estadio municipal de Balaídos, y el celta lo ha catalogado como una chapuza. La obra presentada por el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, no cumple con plazos y su coste se ha disparado debido a la excesiva duración de las obras.
En un comunicado de prensa, el club presidido por Carlos Mouriño señala que ha constatado la existencia de «numerosas deficiencias» que causarán «innumerables problemas» e «incomodidades» a los aficionados, y pone como ejemplo la falta de protección para la lluvia.
El club buscaba una gran modernización de su estadio y ponía como ejemplo las reformas que se habían llevado a cabo en el estadio de Anoeta, el Benito Villamarín o el Ramón Sánchez Pizjuán.
Uno de los aspectos más importantes era el acercamiento de la grada de Marcador al terreno de juego a la misma distancia que la grada que ya se había reformado. La grada debía estar a cuatro metros del terreno de juego y no ha sido así.
La entidad celeste lamenta el excesivo retraso en los plazos de ejecución de la grada, así como el «millonario» sobrecoste que ha ido acumulando desde que se anunció la reforma integral de Balaídos: «Al final, se perpetrará una gran chapuza que pagarán los ciudadanos cuando el RC Celta ofreció diferentes soluciones para evitarlo», concluye el comunicado.
(Imagen vía @RCCelta )